A principios de este verano, se ha rescatado del fondo marino de las Islas Orcadas, en Escocia, un centro de datos sellado del tamaño de un contenedor que estaba cubierto de algas, percebes y anémonas. La recuperación, llevada a cabo por parte de especialistas marinos, supuso la fase final de un proyecto de larga duración que ha demostrado la viabilidad de los Centros de Datos submarinos desde un punto de vista logístico, ambiental y, también, económico.
En la primavera de 2018, bajo el nombre “Project Natick”, Microsoft desplegó el Centro de Datos Northern Isles a 36 metros de profundidad en lecho oceánico y, durante los dos años siguientes, probó y supervisó el rendimiento y la fiabilidad de los servidores en esa condición tan peculiar.
Para conservar los servidores, los investigadores rellenaron la atmósfera del contenedor con nitrógeno, así que, a diferencia de un centro de datos convencional, el Northern Isles no contaba con refrigeración activa, sino que toda la refrigeración que obtenía provenía de las frías aguas del norte de Escocia y era distribuida con mayor eficacia internamente, gracias al nitrógeno.
Los expertos querían confirmar la hipótesis según la cual un contenedor sellado situado en el fondo del océano representa un entorno operativo más estable y fiable que en una instalación convencional en tierra. De hecho, en un centro de datos al uso, la corrosión provocada por el oxígeno, la humedad, las fluctuaciones térmicas y los posibles daños involuntarios ocasionados durante las tareas de mantenimientos son factores adversos habituales.
Con el Proyecto Natick se ha confirmado la teoría inicial, lo que influye directamente en la estrategia de sostenibilidad de los Centros de Datos de Microsoft en torno a la energía, los residuos y el agua.
Prueba de concepto
La idea de construir un Centro de Datos submarino surgió por primera vez en 2014 durante la Think Week, un evento que reúne a los empleados de Microsoft para que compartan ideas innovadoras. El concepto se consideró una vía a explorar para proporcionar servicios en la nube eficientes y más sostenibles a las poblaciones costeras, consiguiendo al mismo tiempo un ahorro energético.
Más de la mitad de la población mundial vive a menos de 190 kilómetros de la costa así que, si se instalan Centros de Datos bajo el agua cerca de las ciudades costeras, las distancias se acortarían, reduciendo la latencia y proporcionando una mayor calidad de servicio.
Además, los mares fríos facilitan el diseño de Centros de Datos más eficientes desde el punto de vista energético, ya que es posible refrigerar los servidores, utilizando un sistema de tuberías de intercambio de calor similar al empleado en los submarinos, reduciendo aún más los costes operativos y garantizando la estabilidad del ambiente interior de la cápsula.
Energía, residuos y agua
Project Natick eligió las Islas Orcadas debido a que, en esta ubicación, la red eléctrica se abastece al 100% de energía eólica, solar y marina, así como gracias a otras tecnologías experimentales de energía verde, bajo la supervisión del Centro Europeo de Energía Marina. Se trata de un entorno perfecto para extrapolar conclusiones sobre el funcionamiento de un Centro de Datos que use energía más sostenible.
"Hemos podido funcionar muy bien en lo que la mayoría de los Centros de Datos terrestres consideraría una red poco fiable. Tenemos la esperanza de que, con nuestros hallazgos, reduzcamos la complejidad de la infraestructura dedicada a la estabilidad y fiabilidad de la red eléctrica”, aseguran.
Además ya ha comenzado a pensar en nuevos escenarios como la co-localización de un Centro de Datos submarino y una granja eólica marina. Incluso con vientos ligeros, es probable que la producción energética fuese suficiente para cubrir la demanda del Centro de Datos mientras que, como último recurso, una línea eléctrica desde la costa podría ser incluida con el cableado de fibra óptica necesario para transportar los datos.
Otros beneficios relacionados con la sostenibilidad podrían incluir la eliminación del uso de piezas de repuesto. En un centro de datos con las luces apagadas, todos los servidores podrían ser intercambiados una vez cada cinco años. La alta fiabilidad de los servidores significa que los pocos que fallen y no se puedan utilizar, sólo tengan que ser desconectados.
Además, Project Natick ha demostrado que los Centros de Datos pueden ser operados y mantenidos refrigerados aprovechando las bajas temperaturas del océano, sin consumir recursos de alto valor, como es el agua dulce.
En definitiva, con Project Natick, Microsoft ha comprobado la viabilidad de una alternativa potente que promete fiabilidad y velocidad de implementación y que, sobre todo, opera con energía renovable, lo que está ligado con el compromiso medioambiental de la empresa con la forma de operar de los Centros de Datos. Microsoft, de hecho, está trabajando para obtener acuerdos de adquisición de energía renovable de forma que, a mediados de esta década, se cubra con ella el 100% de la energía diaria que demandan sus Centros de Datos.
Montar todo ese operativo (que se ve en el video )para introducir
en el mar ese data center
consume mucha energía, igual que las tareas de mantenimiento.
Si se toma en cuenta toda la huella de carbono.... habría que ver
si de ver ahorran carbono.
Máxime cuando Google, número 1 en el Mundo en Data Center,
ha conseguido ser 100% renovable.
Microsoft ha fracasado con respecto a Google en la nube
(muy superior la de Google), ha fracasado con el Team
(muy superior el Classroom y el GSuite de Google),
ha fracasado con el 365 (muy superior el GoogleDocs)....
..esto huele a fracaso Microsoft.
Miguel
17/09/2020
Meter el centro de datos dentro del agua para refrigerar, o tener el centro de datos fuera y sacar el agua para refrigerar, he ahí el dilema. Tener un centro de datos dentro del agua no deja de ser una cueva- ratonera para los empleados y una complejidad en el mantenimiento, por no hablar de la corrosión.
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CarlosP
17/09/2020