La vicepresidenta tercera y ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha dicho este martes que al Gobierno no le gusta "nada" que España siga importando gas natural licuado (GNL) desde Rusia, aunque "es muy difícil imponer algo si no hay una norma" para ello.
En una rueda de prensa posterior a la segunda jornada de la reunión informal de ministros de Energía y Medioambiente de la Unión Europea, que se celebra en Valladolid, Ribera ha insistido en que "no hay una norma, ni europea ni nacional, que lo prohíba expresamente porque no hay limitaciones a esa importación".
"Vivimos en un país en el que el Estado de Derecho y las reglas a veces nos presentan circunstancias que no son las favoritas", ha afirmado la ministra.
El GNL de España desde Rusia
De acuerdo con el último boletín estadístico de Enagás, Rusia ha sido, de forma excepcional en lo que va de año, el primer país de origen del gas natural que llegó a España en junio, con 7.673 gigavatios hora (GWh), el 26,8 % del total recibido.
Eso sí, la cantidad importada se redujo, tanto en términos interanuales (un 12,3%) como respecto a mayo (un 20,6%).
"¿Nos gusta? No. ¿Hemos pedido a los intermediarios, a los operadores, que reduzcan y no firmen nuevos contratos? Sí, lo hemos pedido verbalmente y por escrito", ha señalado Ribera.
En este sentido, ha aseverado que los operadores tradicionales, de gran tamaño, niegan haber incrementado los volúmenes de importación respecto a lo que ya estaba acordado y que no han suscrito nuevos contratos, por lo que la tendencia podría venir por otros 'traders'.
"No nos gusta nada, pero es muy difícil imponer algo si no hay una norma que habilite para esa industria", ha sentenciado.
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