En colaboración con inversores alemanes, Namibia ha puesto en marcha el mayor proyecto de producción de hidrógeno ecológico del África subsahariana. El gabinete gubernamental aprobó la entrada en el proyecto de 10.000 millones de dólares con Hyphen Hydrogen Energy, cuyos accionistas son el promotor de energías renovables Enertrag y el promotor de infraestructuras Nicholas, según informó la empresa.
El plan consiste en construir parques eólicos y plantas fotovoltaicas con una capacidad total de siete gigavatios (GW) para producir amoníaco verde, un derivado del hidrógeno que puede transportarse más fácilmente. "La inversión total de capital del proyecto, de 10.000 millones de dólares, equivale aproximadamente al PIB anual del país", afirma Hyphen. "A pleno desarrollo, previsto para antes de que acabe la década, el proyecto producirá 2 millones de toneladas anuales de amoníaco verde para los mercados regional y mundial".
El Gobierno de Namibia e Hyphen confían en que el acuerdo de viabilidad y ejecución se firme esta misma semana y "establezca un nuevo punto de referencia mundial, creando un modelo para el desarrollo sostenible y equitativo de otros proyectos de hidrógeno verde".
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, afirmó que la antigua colonia alemana del sur de África tiene potencial para convertirse en uno de los principales centros de energías renovables del continente africano, e incluso de todo el mundo. "Estoy orgullosa de que [la iniciativa de inversión de la UE] Global Gateway haya permitido a la UE y a Namibia invertir en un futuro compartido luchando juntos contra el cambio climático, haciendo a Namibia energéticamente independiente y creando empleo y prosperidad".
El presidente de Namibia, Hage Geingob, declaró que el acuerdo ponía en marcha un "proceso que tiene el potencial de transformar la vida de muchas personas en nuestro país, en la región y, de hecho, en el mundo". Hyphen afirmó que el proyecto creará hasta 15.000 nuevos puestos de trabajo durante la fase de construcción, y 3.000 empleos permanentes durante su funcionamiento.
El hidrógeno verde y sus derivados se consideran clave para descarbonizar sectores que no pueden electrificarse directamente, como la siderurgia, la química y la aviación. Alemania cuenta con importar las grandes cantidades que prevé necesitar para alcanzar la neutralidad climática.
Pero algunos expertos dudan de que el amoníaco verde llegue a transportarse en cantidades significativas para ser reconvertido en hidrógeno verde, debido a las ineficiencias y costes asociados. Argumentan que sólo las importaciones de hidrógeno por tuberías tendrán sentido desde el punto de vista económico, y que el amoníaco verde comercializado se utilizará principalmente para fabricar fertilizantes.
Los analistas declararon a Reuters que aún está por ver si Namibia, un país con escasez de agua y relativamente alejado de los principales mercados de exportación, será capaz de suministrar un producto competitivo en costes en un sector emergente del hidrógeno, mientras que los activistas expresaron su preocupación por la falta de transparencia en torno a este enorme acuerdo. A principios de esta semana, Arabia Saudí anunció el cierre financiero de un proyecto de 8.400 millones de dólares para fabricar amoníaco ecológico.
Juan Edwards
27/05/2023