Naturgy, la antigua Gas Natural Fenosa, ha reducido su plantilla en un total de 3.528 personas desde 2017, una disminución de personal que se explica por desinversiones de negocio hechas en varios países y por desvinculaciones laborales pactadas con la plantilla.
Si al cierre de 2017 la multinacional española contaba con 15.375 empleados, al acabar 2019 el número total de personal ascendía a 11.847 personas, según consta en los informes financieros anuales de Naturgy de estos ejercicios.
El descenso de la plantilla se ha notado especialmente en mercados como España, el principal para la multinacional, donde la plantilla ha pasado de los 7.350 empleados de 2017 a los 6.017 al cierre de 2019, lo que supone un descenso de 1.333 trabajadores.
Fuentes de Naturgy han recordado a Efe que esta salida de personal se ha llevado a cabo de forma pactada y han añadido que en el caso del extranjero el descenso de personal se explica fundamentalmente por desinversiones como las hechas en países como Italia, Colombia, Sudáfrica, Moldavia o Kenia.
En el último año, la plantilla global de Naturgy se ha recortado en 853 personas, un 6,7 %, al pasar de los 12.700 empleados en 2018 a los 11.847 con los que cerró 2019.
De esos 11.847 empleados de Naturgy, un total de 6.017 corresponden a España, lo que implica que la plantilla española se ha reducido en 515 personas con respecto a 2018, cuando tenía 6.532 trabajadores.
También se ha notado el descenso en Chile, el segundo país en número de personal, que ha pasado de 3.046 empleados de 2018 a 2.471 trabajadores en 2019, un total de 575 menos, en un año en el que Naturgy vendió a REN, el operador del sistema eléctrico de Portugal, el 100 % de Transemel, una sociedad chilena dedicada al negocio de transporte de electricidad.
En cuanto a México, el personal se ha reducido de los 989 empleados de 2018 a los 874 registrados al cierre de 2019. En cambio, en Argentina la plantilla ha crecido en 408 personas, hasta los 1.175 empleados, debido a la participación en el gasoducto Gas Andes Argentina.
En los últimos años Naturgy ha puesto en marcha diversos planes de eficiencias que han facilitado salidas de personal pactadas, externalizaciones y otros ahorros de costes para hacer la compañía cada vez más eficiente.
No obstante, se trata de una política iniciada hace una década, que se aceleró en la etapa de Rafael Villaseca como consejero delegado y que ahora se ha intensificado aún más, en los dos años que Francisco Reynés lleva al frente de la multinacional catalana.
El origen del plan actual de eficiencias está en el plan estratégico de Naturgy hasta 2022, que Reynés presentó a los inversores a finales de junio de 2018 en Londres, un plan en el que Naturgy se comprometía a elevar el dividendo un 59 % hasta ese año.
Entonces Naturgy anunció que pretendía lograr unos ahorros de costes anuales de 500 millones en 2022.
Sin embargo, la multinacional ha ido más rápido en sus objetivos de lo anunciado y en la reciente presentación de resultados de 2019 garantizó que se alcanzarían los 500 millones anuales ya este año, dos años antes de lo previsto.
En 2019 Naturgy consiguió un ahorro de costes anual de 270 millones de euros, por lo que en términos acumulados alcanzó los 380 millones.
Y es que el año pasado la multinacional firmó acuerdos con Telefónica, IBM o Everis para optimizar las operaciones y procesos del grupo.
Asimismo, Naturgy vendió el pasado mes de abril el 45 % que aún tenía de su actual sede corporativa en Barcelona, la icónica Torre Marenostrum, a la inmobiliaria Colonial, que ya poseía el 55 % de ese complejo.
Esta operación llevará a la multinacional a trasladar a lo largo de este año a parte del personal de Barcelona a un edificio situado en el número 525 de la avenida Diagonal.
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