Nortegas, a través de su filial Green Energy Solutions, e Ibernergi han elaborado un proyecto para construir una planta de biometano en Gálvez (Toledo), en la que invertirán 18 millones de euros, que tendrá capacidad para producir 100 megavatios hora (MWh) al año para la red de gas natural.
El proyecto, que ha sido presentado en Toledo por la directora general comercial y de nuevos negocios de Nortegas, Izaskun Gorostiaga, y por el consejero delegado de Ibenergi, Carlos Sánchez, contempla la construcción de una planta que podrá gestionar 350.000 toneladas al año de residuos, lo que la convertiría en una de las mayores de Europa de estas características.
Gorostiaga y Sánchez han indicado que la planta ocupará una superficie de 70.000 metros cuadrados y será destinada a la valorización y la producción biogás a partir de residuos orgánicos obtenidos principalmente de los sectores ganadero y agrícola, de mataderos y de estaciones depuradoras de aguas residuales.
Asimismo, han avanzado que estará dotada de tecnología y sistemas que evitarán la emisión de olores, mientras que el producto final que se obtenga tendrá las características adecuadas para su inyección directa a la red de distribución de gas natural.
El proyecto de biometano de Nortegas
Para el desarrollo de la iniciativa, las dos compañías han constituido una sociedad conjunta, denominada Nortiben Energy Green, que se encargará de la gestión del proyecto, que requerirá una inversión de unos 18 millones de euros, y conllevará también la construcción de una planta fovotoltaica con capacidad para producir 4 megavatios (MW), que posibilitará que la planta se autoabastezca.
En este sentido, sus representantes han hecho hincapié en que el proyecto tendrá un impacto muy positivo sobre la economía local, comarcal y provincial; además de los beneficios medioambientales, ya que 350.000 toneladas al año de residuos equivalen al consumo medio anual de gas natural de 20.000 hogares, a través de energía limpia, renovable y con un 85% menos de emisiones de CO2.
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El objetivo final es la producción de energía limpia procedente de materias primas como los purines, productos agrícolas, residuos agroindustriales, estiércol de vacuno, gallinaza y otros**.
Esto permitirá mejorar la huella de carbono y generar gas renovable con emisiones neutras en CO2, así como terminar con los malos olores que se registran en Gálvez, que es la localidad que genera más residuos porcinos en España, según han asegurado.
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