Ocho de cada diez edificios en España derrochan energía. Un informe elaborado por el Ministerio de Industriacifra en el entorno del 84% el número de inmuebles que ha obtenido una calificación E, F o G tras la realización de los certificados obligatorios de eficiencia energética, tres notas que los expertos consultados asemejan con el suspenso, según cuenta el portal Infoconstrucción.
En España se habían realizado hasta el pasado mes de diciembre un total de 1,14 millones de exámenes energéticos, la inmensa mayoría sobre viviendas antiguas construidas antes de que entrara en vigor el nuevo Código Técnico de la Edificación.
Este motivo explicaría el suspenso de la inmensa mayoría de edificios. "El boom inmobiliario previo a la crisis se realizó con unCódigo Técnico de Edificación (CTE) mucho menos exigente que el actual, sobre todo en lo que regula el aislamiento de los edificios", argumentan los expertos del sector.
Según el IDAE, el 90% de los edificios son anteriores a la aplicación del Código Técnico de la Edificación y el 60% de las viviendas españolas se construyeron sin ninguna normativa de eficiencia energética.
Otros de los motivos que provocan más suspensos es la falta de inversiones en instalaciones renovables como placas solares o calderas de biomasa, uno de los aspectos que más favorablemente puntúa en las inspecciones. "En España se construyó mucho con la inversión mínima y pensando en los grandes márgenes", añaden.
Además, los certificados son solo obligatorios para inmuebles que se vayan a vender o alquilar, por lo que muchos propietarios no llevan a cabo grandes inversiones en viviendas que no van a habitar o que no prevén recuperar en menos de una década.
No obstante, en el IDAEadvierten que "el problema no es que un edificio antiguo suspenda unas oposiciones para las que no estaba preparado, sino que los nuevos aprueben de forma raspada o suspendan", explican fuentes del IDAE. De los 13.145 edificios nuevo que han sido evaluados hasta el momento, un 42% obtiene una calificación E o inferior y un 33% aprueba por poco al lograr un rango D.
Los certificados energéticos miden por un lado el grado de eficiencia energética en el consumo -si el inmueble derrocha energía- y por otro lado sus emisiones. En esta última parte el promedio de suspensos se reduce levemente hasta el 83,7%, según el mismo informe. "Hay mucho trabajo por hacer en este sentido en materia de ahorro energético", resumen en el IDAE.
Se estima que existe un importante potencial de ahorro y hasta ahora la actividad en renovación ha sido muy escasa, prácticamente sólo motivada por la Inspección Técnica de los Edificios de los Ayuntamientos. El principal problema es el de la financiación y el retorno de la inversión.
Según la Comisión de Infraestructuras y urbanismo de la CEOE, la actuación en unas 250.000 viviendas por año, con una media de 15.000 euros por intervención (desde la pequeña reforma hasta la rehabilitación integral) puede suponer 135.000 empleos directos.
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