Ørsted y el nuevo reto tras recibir el apoyo de los accionistas

La Junta Extraordinaria de Ørsted para aprobar la ampliación de capital de hasta 8.000 millones de euros ha dado el visto bueno a la operación de recapitalización de la compañía. Esto se consiguió con apoyo mayoritario de sus accionistas, incluido el estado danés, con un 50,1% del capital, y la petrolera noruega Equinor, con un 10% del capital.

La acción de Ørsted ha sido la que peor se ha comportado de todo el sector eléctrico en lo que va de año, con una caída del 39% desde principios de enero. Una de las razones ha sido la cruzada del presidente Trump en contra de la energía eólica marina en Estados Unidos. Esta campaña se materializó con la parada forzada de las obras en el proyecto Revolution Wind de 704MW a finales de agosto, un proyecto que Ørsted, con el 50% de participación, esperaba inicialmente finalizar en el segundo semestre del año que viene.

Un largo proceso judicial por la demanda contra el parón en Revolution Wind

Uno de los objetivos de la ampliación de capital era garantizar la financiación de los dos proyectos en Estados Unidos, Revolution Wind y Sunrise Wind, incluso en el caso de ‘retrasos o cambio de fechas de conexión de los proyectos’, según comentó Trond Westlie, director financiero de Orsted, en la presentación de resultados del primer semestre.  La aprobación de la recapitalización de Ørsted no podía venir en mejor momento, ya que se enfrentan a un largo proceso judicial por la demanda interpuesta contra la Administración Trump.

Otro de los objetivos de la ampliación de capital era mantener el 50% de propiedad del segundo proyecto americano, Sunrise Wind, un proyecto de 924MW con un avance de únicamente el 35%. Esta necesidad de mantener su participación en el proyecto ha estado forzada por "condiciones de mercado" adversas, que no posibilitaban la venta de minoritarios, añadió Trond Westlie. Dada la actitud belicista de la administración Trump contra la energía eólica marina, los inversores todavía consideran que existen incertidumbres en torno a la ejecución de este proyecto.

Nuevos retrasos en el proyecto de eólica marina en Taiwan

La captación de capital también evitaría a Ørsted colocarse en una posición de vendedor ‘forzado’ de participaciones minoritarias en proyectos para financiar su plan de inversiones. A pesar de ello, las ventas del 50% de participación en los proyectos de Greater Changhua 2b, en Taiwan, y de los 2.852 megavatios de Hornsea 3, en el Reino Unido, siguen adelante, con el objetivo de ‘mitigar riesgos’, según comentó Trond Westlie.

Sin embargo, Ørsted emitió una nota de prensa el viernes, antes de la junta, donde bajaba el objetivo de Beneficio Antes de Intereses, Impuestos, Depreciación y Amortización (EBITDA). La empresa justifica esta bajada por "velocidades de viento inferiores a la media" en capacidad eólica marina operativa y por "retrasos en la construcción" del proyecto de Taiwan. La confirmación de este retraso no favorecería su estrategia de reducir riesgo financieros en este proyecto.

Por último, el nuevo capital garantizaría la financiación de futuros proyectos que salgan a licitación o en fase prematura de desarrollo, ya que Ørsted está dando visibilidad únicamente a proyectos de un total de 8,1 gigavatios brutos de eólica marina hasta el año 2027. En este año tiene previsto conectar Sunrise Wind, Hornsea 3 y Baltica 2, tres proyectos que representan el 70% de los 8.1 gigavatios en construcción.

Considerando todas estas incertidumbres, no es de extrañar que los inversores estén pidiendo un descuento importante antes de acudir a la ampliación de capital. Los niveles actuales del precio de la acción son reflejo de ese descuento.