La energía mareomotriz se ha convertido en más de un dolor de cabeza. Muchos años de investigación y escasos resultados. Las empresas han tirado la toalla. Incluso han ido a la quiebra. Pero a veces, insistencia tiene su premio.
Esto es lo que le ha sucedido a la empresa escocesa Aquamarine Power. La compañía con sede en Edimburgo tuvo que despedir a la mitad de su plantilla el año pasado. No obtenía resultados. Las inversiones fueron muy fuertes y no se aguantaba económicamente. Pero a veces la vida da sorpresas. En este caso la Oyster 800.
Esta máquina, que convierte las mareas en energía eléctrica, se ha convertido en uno de los conversores más potentes. Aguanta grandes tormentas, incluso con olas de ocho metros. Los resultados son excepcionales, según la compañía, que ahora iniciarán una nueva ronda de financiación para continuar investigando y realizando nuevos productos de energía mareomotriz.
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