El primer ministro neerlandés, Mark Rutte, intercedió ante los funcionarios del Ministerio de Economía de Países Bajos para evitar que la petrolera Shell perdiera un subsidio europeo de 150 millones de euros que necesitaba para construir una planta de hidrógeno verde en Róterdam, que será la más grande de Europa.
La plataforma de investigación periodística Follow the Money (FTM) denunció que Shell iba a perder el acceso al subsidio de 150 millones de euros por un “descuido” de la propia compañía, pero, a petición de Rutte, los funcionarios de Economía se “desviaron” de las reglas e interpretaron de forma “flexible” las condiciones para lograr esa ayuda a Shell.
La compañía y el gobierno neerlandés anunciaron el pasado 6 de julio la construcción de Holland Hydrogen I, la planta de hidrógeno verde más grande de Europa, que estará en la zona del puerto de Róterdam y tendrá un coste estimado de 648 millones de euros.
Países Bajos, por el hidrógeno
Para obtener el subsidio en cuestión, Shell debía haber demostrado antes que el proyecto es inviable sin el apoyo estatal, lo que “no es plausible” cuando la idea ya se había anunciado como una apuesta revolucionaria y un proyecto garantizado.
Según FTM, que publica informes internos del Ministerio, Rutte “acudió al rescate” y pidió a un grupo de funcionarios buscar “caminos alternativos” para registrar a Shell para el subsidio europeo que quería, y lo lograron con el argumento de que el anuncio que hizo la compañía el 6 de julio no era en realidad una decisión final de inversión.
Los funcionarios remitieron la propuesta de inversión a Bruselas y la Comisión Europea concedió finalmente la subvención de 150 millones de euros a la petrolera. Shell, que el año pasado logró un beneficio de 38.500 millones de euros, había amenazado con retirar el proyecto si no recibía esa ayuda europea.
Federico
22/05/2023