Los Gobiernos de Panamá y Colombia han tomado la "decisión política" de impulsar un viejo proyecto de interconexión eléctrica de 800 millones de dólares, que consideran clave para la descarbonización y transición energética de ambos países y que esperan sea un ejemplo de los más altos estándares en materia ambiental y de participación ciudadana.
"Nos hemos puesto de acuerdo en encontrar los mecanismos técnicos, los mecanismo sociales, financieros y hacer un proyecto de interconexión de dos países que beneficie a todo un continente garantizando la sostenibilidad, la transición energética, la resiliencia del sistema y sobre todo exigiendo que se haga con justicia energética", ha afirmado este lunes el canciller de Panamá, Javier Martínez-Acha, en declaraciones a la prensa.
Martínez-Acha se ha reunido hoy en la capital panameña con los ministros colombianos de Minas y Energía, Omar Andrés Camacho, y de Ambiente, María Susana Muhamad y con los titulares panameños de Ambiente, Juan Carlos Navarro, y de Energía, Juan Manuel Urriola, para abordar los retos del proyecto, que ambos países se plantearon en 2009 como una línea de cerca de 500 kilómetros y de 400 megavatios de potencia, pero que hasta ahora no ha logrado concretarse.
El proyecto, con un costo de 800 millones de dólares según dijo el secretario Nacional de Energía de Panamá citando los cálculos de la sociedad Integración Eléctrica Colombia-Panamá, "se conversó por primera vez hace más de 15 años", y "la decisión política hoy existe" para avanzar en su desarrollo, afirmó el canciller Martínez-Acha.
La interconexión eléctrica entre Colombia y Panamá
El gerente general del proyecto, Jorge Jaramillo, presentó un informe sobre los avances y retos pendientes, destacando que se han completado los estudios ambientales en campo y se han obtenido licencias clave en ambos países, aunque subrayó la necesidad de acuerdos integrales.
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