Los paneles fotovoltaicos se han convertido en la última innovación de la cocina sostenible, con el objetivo de acabar con la deforestación ambiental y frenar el cambio climático.
Este modelo, desarrollado por la empresa americana Solar Electric Cooking, ha obtenido esta semana el premio del Desafío de Transformación Renovable 2019, organizado por Elsevier y la Sociedad Internacional de Energía Solar (ISES).
Este nuevo modelo se basa en la electricidad generada por la tecnología fotovoltaica. La misión de sus creadores, Paul Carroll y Douglas Danley, es combatir el cambio climático y reducir los efectos adversos de los métodos de cocción contaminantes.
Según el Banco Mundial, aún hay 3.000 millones de personas en todo el mundo que usan combustibles básicos de biomasa, como la madera o el estiércol, para la cocina. Esto tiene un impacto negativo en la salud de las personas y en el entorno, ya que provoca la deforestación de los bosques. En relación a esto, Douglas Danley explicó que "la reducción de las emisiones de carbono significará menos presión sobre los bosques, pero lo más importante es la eliminación del humo de los incendios tradicionales".
En palabras del presidente de la Sociedad Internacional de Energía Solar, David Renné, este sistema es "clave" para lograr el 100% de energía renovable y acelerar la electrificación de todas las necesidades de energía de uso final.
El programa Desafío de Transformación Renovable, puesto en marcha desde 2017, tiene como objetivo mostrar el trabajo de las empresas que luchan por fomentar el uso de energías renovables, además tiene la capacidad de ampliar el acceso a la energía a los países en vías de desarrollo.
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