El nuevo Plan General de Residuos Radiactivos -que sustituirá al actual caducado hace una década- y que incluirá siete almacenes temporales en vez de uno centralizado, según la última versión**** del texto tras consulta pública, se aprobará previsiblemente por el Gobierno "hacia el verano" de 2023.
Se trata del séptimo plan general de residuos radiactivos (PGRR) -previsto en la Ley sobre energía nuclear- del que se han pedido informes preceptivos (no vinculantes) por parte del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco) al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y a las comunidades autónomas, que deberían tenerlos listos "antes de primavera", para su posterior evaluación ambiental y aprobación por el Consejo de Ministros.
Una vez aprobado el plan, según han recordado a EFE fuentes del Ministerio, Enresa, como responsable de la gestión de los residuos radiactivos, deberá implementar las estrategias que se definan en el mismo, para desmontar las instalaciones y la posterior gestión de los residuos.
Este nuevo ordenamiento jurídico sobre residuos nucleares sustituirá al de 2006, caducado desde 2010, y que el Gobierno está obligado a actualizar para no ser penalizado por la Comisión Europea.
El almacenamiento de los residuos nucleares
El nuevo plan contempla, entre otros aspectos, el cese de operación de las centrales nucleares entre 2027 y 2035, en coherencia con el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC), además del desmantelamiento de las centrales nucleares a los tres años de su cese de operación definitivo, excepto la de Vandellós I, cuya última fase se ejecutará a partir de 2030.
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El nuevo borrador apuesta por la construcción de siete Almacenes Temporales Descentralizados (ATD) en las centrales para el combustible gastado y los residuos de alta actividad, hasta su traslado alalmacenamiento definitivo a unAlmacenamiento Geológico Profundo (AGP).**
Esta opción de construir siete almacenes frente a uno -tal y como se preveía en el plan antiguo en el municipio de Villar de Cañas (Cuenca)-, prevé unos costes más altos de inversión.
Según estimaciones del Gobierno en abril pasado, cuando se publicó el borrador del PGRR, en el periodo 1985-2100 -incluido la desmantelación de todas las centrales y la gestión de los residuos- construir un solo cementerio nuclear ascendería a 24.435 millones de euros, mientras que optar por siete almacenes repartidos por España ascendería a 26.560 millones de euros.
El nuevo plan también afronta el almacenamiento definitivo del combustible gastado y los residuos de alta actividad en un Almacenamiento Geológico Profundo y la continuidad de la operación del centro de almacenamiento de El Cabril (Córdoba), para residuos de muy baja, baja y media actividad, hasta completar el desmantelamiento de las centrales.
Miguel
11/11/2022