Pese a ser el fabricante de coches eléctricos que todo el mundo adquiere, solo competido por BYD en los últimos meses, Tesla sigue estando en el ojo del huracán, sobre todo en lo relacionado con la factoría de Berlín. Porque dicho emplazamiento no solo ha sido azotada por incendios ocasionados “repentinamente”, sino que hace pocos días fue asaltada por manifestantes pro-clima quejándose del impacto medioambiental provocado por la expansión de sus instalaciones.

A ello se han sumado parte de los despidos programados por el propio Elon Musk y que en el caso de la fábrica de Gruenheide podrían afectar a nada menos que el 3% de la plantilla, lo que se traduce en cerca de 3.000 personas. Ahora bien, por si eso nada de eso fuera suficiente, la firma californiana ha decidido parar la producción de la misma en días aleatorios con el objetivo de optimizar la producción.

Quiere duplicar la fabricación

Hoy por hoy, de su cadena de montaje solo sale el Model Y, circunstancia que no parece ser un impedimento ya que el SUV eléctrico fue en 2023 el coche más vendido del mundo. El objetivo que manejan desde los altos cargos de la marca es que en un año completo se lleguen a producir nada menos que un millón de coches, algo que ahora parece bastante complicado teniendo en cuenta los numerosos parones a los que se ha enfrentado y, sobre todo, viendo cómo las ventas de sus modelos se han rebajado en comparación con el 2023 (algo que no ocurría desde hacía cuatro años), propiciando igualmente que sus _acciones en Bolsa _se desplomasen a comienzos de este ejercicio, si bien ahora ya se han estabilizado.

Con todo, los cinco días que se han programado de parón suspendiendo todas las fases de producción de los coches y el tren de potencia son los siguientes: 7, 14, 17, 27 y 28 de junio. En el caso del primer día, el parón comenzó ayer mismo a las 22 horas. Las áreas de innovación, de momento, quedan excluidas de esta paralización del día a día del emplazamiento de la automovilística estadounidense en Europa.