Movilidad

Porsche confirma su apuesta por los combustibles sintéticos y pone fecha a su llegada masiva

La firma alemana ya fabrica este tipo de combustibles en Chile con una producción anual actual de 130.000 litros

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Hasta ahora parecía clara que la hoja de ruta hasta la llegada de dicho año iba a estar protagonizada casi en exclusiva por la electrificación pero la reciente negativa manifestada por Alemania e Italia entre otros países en relación al fin de la venta de motores de combustión para el 2035 ha puesto sobre la mesa un nuevo actor: los combustibles sintéticos. Y es que en la actualidad circulan por todo el mundo 1.300 millones de vehículos, cifra que va in crescendo en los próximos años. Hoy por hoy resulta complicado pensar que el mismo número de coches se conviertan en cero emisiones a lo que se suma el hecho de la dificultad de reemplazar la combustión en sectores como la aviación o en usos específicos, desde grupos electrógenos de respaldo en hospitales hasta bombas en vehículos antincendios.

Por esa razón Porsche está llevando a cabo iniciativas para el desarrollo de la producción de carburantes sintéticos o también conocidos e-fuels.  A principios de 2022, Porsche invirtió 75 millones de dólares estadounidenses en HIF Global LLC, un grupo de empresas que desarrollan proyectos internacionales para instalar plantas de producción de combustibles sintéticos. Entre esos proyectos está la planta piloto Haru Oni en Punta Arenas (Chile), iniciada por Porsche e implementada con socios como Siemens Energy y ExxonMobil.

Oliver Blume, Presidente del Consejo de Dirección de Porsche AG, cree que los e-fuels son un complemento a los vehículos eléctricos en la movilidad del futuro. Por tanto, considera un error prohibir tecnologías como los motores de combustión, si pueden funcionar con carburante que no añada CO2 a la atmósfera: “Los combustibles sintéticos son una solución complementaria y eficaz en este sentido. Los motores de combustión pueden funcionar con e-fuels con unas emisiones de carbono prácticamente neutras”, asegura.

Ya hay fecha

La clave para producirlo es tirar de fuentes inagotables de energía como son la eólica y la hidráulica. En el caso de la planta chilena se ha aprovechado su privilegiada localización para beneficiarse de los intensos vientos que soplan desde el sur de Magallanes pues siempre sopla en la misma dirección y con una velocidad constante de 120 km/h. El otro elemento esencial es el agua.

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En un método inverso al de una pila de combustible, de la electricidad obtenida se separa el hidrógeno y el oxígeno que contiene a través de una membrana de intercambio de protones (Proton Exchange Membrane, PEM). Es un proceso relativamente simple y eficiente, de bajo mantenimiento y que no requiere la adición de otras sustancias. En otras palabras, para producir dichos combustibles sintéticos se ha capturado CO2 del aire por lo que los gases que se me emiten con este tipo de combustibles durante su vida útil se compensan con la neutralidad en su fabricación. Además, al no ser de naturaleza fósil, carece de otros elementos indeseables, como el azufre que es necesario retirar de la gasolina o el gasóleo, un proceso con un coste energético.

En la actualidad la planta chilena de Haru Ori es capaz de producir 130.000 litros anuales. Sin embargo con la apertura de las plantas de Estados Unidos y Australia, Porsche prevé triplicar dicha producción lo que ayudará, en palabras de Marcelo Daller, responsable de operaciones de la fábrica chilena, a que “en 2027 ya podamos hablar de producción a escala industrial”.

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