El futuro de Porsche, así como de otros muchos fabricante de automóviles, será 100% eléctrico. Sin embargo, el momento de que eso ocurra está todavía lejos, sobre todo teniendo en cuenta que la firma de Stuttgart, que además acaba de cumplir un año desde su salida a Bolsa, concretamente a la de Fráncfort, está trabajando de manera exhaustiva en la producción de combustibles sintéticos.

Una estrategia que tiene en el punto de mira al que es sin duda su modelo más icónico, el 911 ya que como han confirmado por activa y por pasiva desde las altas esferas de la marca, el _Nueveonce _seguirá siendo de combustión mientras se lo permitan. Ahora bien, estas dos vías se mueven de forma paralela y ya en 2024 el portfolio de productos de Porsche estará más electrificado que nunca.

Así lo ha confirmado recientemente con el lanzamiento de las diferentes versiones del Cayenne híbrido enchufable, al que acompañarán las nuevas generaciones del Panamera y, sobre todo, del Macan, que será 100% eléctrico. Una tendencia que continuará a partir de 2025 cuando el heredero de los actuaes 718 Cayman y 718 Boxster se convierta en un deportivo cero emisiones. Todo ello con el objetivo de llegar al 2030 con entregando un 80% de modelos eléctricos a sus clientes.

Paralelamente, Porsche ha confirmado sus previsiones para el ejercicio actual y los siguientes, y a no ser que la economía o el suministro empeoren significativamente, espera un beneficio operativo de entre el 17% y el 19%. En concreto, estas cifras se basan en el supuesto de que los ingresos por ventas se sitúen entre 40.000 y 42.000 millones de euros. La compañía ha detallado que a largo plazo aspira a obtener un beneficio operativo sobre las ventas de más del 20%.