“Donde dije digo…”. Esta es una máxima que muchos fabricantes están tomando en los últimos meses ya sea para rectificar a la hora de hablar de precios, como ha sido el caso de Tesla, o para reajustar sus estrategias eléctricas. En este último caso hablamos de Porsche, ya que la firma alemana llevaba tiempo dándole vueltas a un posible giro de los acontecimientos en lo que a ventas de eléctricos se refiere. Porque si recuerda, la marca alemana se marcó para el 2030 el objetivo de que sus ventas de eléctricos supusieran el 80% del total, circunstancia para la que ha ido preparando la gama con el lanzamiento, entre otros, del nuevo Macan o de la actualización del Taycan.
Sin embargo, en el último comunicado emitido a nivel global por la propia marca, aseguran que “la transición a los vehículos eléctricos llevará más tiempo del que suponíamos hace cinco años”, puntualizando que las ventas dependerán de la demanda y la evolución del mercado de vehículos eléctricos a nivel global. Una declaración de intenciones que llega mes y medio después de que a principios de junio los accionistas pidieran al consejo de administración y la dirección de la marca dar marcha atrás en sus inversiones de electrificación de las ventas durante los próximos años ante la desaceleración mundial de este mercado, la creciente competencia de China y la escasa rentabilidad que aporta esta división a los resultados de la empresa.
De hecho, estas nuevas declaraciones suponen un cambio de parecer con respecto a las palabras pronunciadas ante los analistas en marzo por parte del consejero delegado de la marca, Oliver Blume, quien asumió entonces que la firma “se mantendría fiel a sus objetivos”. No hay que olvidar tampoco que dentro de esta estrategia de emisiones cero podían estar incluidos los combustibles sintéticos, tecnología en la que Porsche lleva trabajando igualmente cerca de dos años con resultados bastante satisfactorios.
Volkswagen piensa en el futuro
Por su parte, el Grupo Volkswagen al que pertenece Porsche, acaba de firmar un acuerdo plurianual con la empresa estadounidense de semiconductores, Onsemi para proporcionar tecnologías de carburo de silicio como parte de una solución de módulo integrado para la gama de vehículos eléctricos de próxima generación del fabricante alemán. Esta solución presenta tecnologías basadas en carburo de silicio en un módulo integrado que puede escalar en todos los niveles de potencia, desde inversores de tracción de alta potencia hasta inversores de baja potencia para ser compatible con todas las categorías de vehículos del grupo.
Así, esta tecnología basada en los 'Mosfet EliteSiC M3e', la solución de caja de potencia única de Onsemi, puede manejar más potencia en un paquete más pequeño, lo que reduce significativamente las pérdidas de energía. La inclusión de tres módulos de medio puente integrados y montados en un canal de refrigeración mejorará aún más la eficiencia del sistema al garantizar que el calor se gestione de manera efectiva desde el semiconductor hasta la carcasa del refrigerante. Esto conduce a un mejor rendimiento, otorga un mejor control del calor y una mayor eficiencia, lo que permite que los vehículos eléctricos viajen más con una sola carga.
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