El precio del gas natural, que se disparó ayer tras el estallido del conflicto entre Israel y el grupo palestino Hamás, mantiene su senda alcista, con una subida próxima al 12%, y se sitúa en su** nivel más alto desde abril.
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Los analistas atribuyen esta subida a una suma de factores, entre ellos la suspensión de la actividad en el yacimiento de gas de Tamar, situado en la costa israelí; y el riesgo de que el conflicto entre Israel y Hamás se extienda a Irán, uno de los mayores productores de hidrocarburos del mundo.
Otros elementos que afectan al mercado gasista son el cierre del gasoducto submarino entre Finlandia y Estonia por una posible fuga, y el riesgo de nuevas huelgas en varias plantas de licuefacción de gas natural en Australia, lo que limitaría las exportaciones.
A las 13:45 horas, el precio del gas natural subía casi un 12% en el mercado TTF de los Países Bajos, de referencia en Europa, y se situaba por encima de los 48 euros por megavatio hora. En la sesión del lunes, el precio se había disparado un 17%.
La semana pasada, el gas natural experimentó un acusado descenso por las altas temperaturas en Europa y las perspectivas de un otoño suave.
La geopolítica en el precio del gas natural
Según el banco de inversión Julius Baer, "el nerviosismo persiste en los mercados energéticos europeos" por "las noticias de cierres parciales de producción en el Mediterráneo oriental y nuevos riesgos de huelga en las instalaciones de exportación en Australia".
El Ministerio de Energía israelí comunicó este lunes la suspensión temporal del suministro desde el yacimiento de Tamar por motivos de seguridad.
El yacimiento, operado por la petrolera estadounidense Chevron, es una de las principales fuentes de gas natural para la industria israelí, aunque parte de la producción se vende a países vecinos como Egipto.
"Las necesidades energéticas de la economía se cubrirán con otros combustibles", explicó el ministerio en un comunicado.
El yacimiento de Tamar fue descubierto en 2009 y se desarrolló en tan solo cuatro años para cubrir las necesidades apremiantes de Israel después de que Egipto dejara de suministrarle gas natural.
Según la información disponible en la página web de Chevron, los socios de este proyecto son Noble Energy, ahora Chevron Mediterranean Limited, con el 25%; Isramco (28,75%); Tamar Petroleum (16,75%); Mubadala Energy (11%); Tamar Investment 2 (11%); Dor Gas (4%), y Everest (3,5%).
El yacimiento está localizado a 90 kilómetros al oeste de la ciudad portuaria de Haifa, a una profundidad de 5.000 metros, y tiene una superficie de 100 kilómetros cuadrados.
Sus seis pozos producen unos volúmenes de gas natural que oscilan entre 7,1 y 8,5 millones de metros cúbicos por día cada uno.
Israel dispone de otro gran yacimiento de gas, bautizado como Leviatán, que empezó a operar a finales de 2019.
Este campo, operado también por Chevron, fue uno de los mayores descubrimientos de gas en aguas profundas en la primera década del siglo XXI.
El yacimiento está situado a 130 kilómetros al oeste de Haifa.
Con su completo desarrollo, Israel ha logrado convertirse, por primera vez, en un exportador significativo de gas natural.
Otro de los factores que tensiona el mercado gasista es la posible fuga detectada en el gasoducto submarino Balticconector, que une Finlandia y Estonia.
El operador gasista finlandés Gasgrid y el estonio Elering se han visto obligados a cortar el flujo de gas tras detectarse un descenso de presión.
Las dos empresas inspeccionarán el gasoducto para determinar la causa del problema y el punto exacto de la posible fuga.
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