El mundo se enfrenta a un desafío sin precedentes: la transición hacia una energía más limpia y sostenible. En medio de esta lucha global por reducir las emisiones de carbono y frenar el cambio climático, surge el denominado "Proyecto Phoenix".
Este ambicioso proyecto busca acelerar la transformación de las centrales eléctricas de carbón en todo el mundo en fuentes de energía nuclear segura y sin emisiones de carbono mediante el uso de pequeños reactores modulares (SMRs).
El proyecto se llevará a cabo en el marco del Programa de Infraestructura Fundamental para el Uso Responsable de Tecnología de Reactores Modulares Pequeños (FIRST) del Departamento de Estado de EEUU, que brinda apoyo para el desarrollo de capacidades a los países socios bajo los más altos estándares de seguridad y no proliferación, en cooperación con el Programa Público-Privado de Pequeños Reactores Modulares (SMR PPP) del Departamento de Comercio de EEUU, cuyo objetivo es promover la cooperación transatlántica para desplegar SMRs en Europa y Eurasia.
Países seleccionados
El Proyecto Phoenix invitó a los países de Europa del Este y la región de Eurasia a postularse para participar antes del 15 de junio de 2023. Tres meses más tarde, en septiembre, el Enviado presidencial especial de los Estados Unidos para el Clima, John Kerry, anunció que las propuestas de proyectos de Chequia, Eslovaquia, Polonia y Rumanía habían sido seleccionadas por concurso para participar en el Proyecto Phoenix y recibirían apoyo para realizar estudios de viabilidad de conversión de carbón en SMR.
Rumanía será el primer país fuera de Estados Unidos en disponer de tecnología de reactores nucleares modulares pequeños (SMR). La región de Doicești, al norte de la capital, Bucarest, es donde el Gobierno del país ha proyectado una instalación nuclear con un total de 6 reactores que serán desarrollados con tecnología de NuScale, la primera compañía estadounidense en recibir la certificación de su tecnología por parte de la U.S. Nuclear Regulatory Commission.
En junio, la empresa Slovenske Elektrarne firmó un acuerdo con agentes de la industria local para solicitar la financiación del Proyecto Phoenix como primer paso de un proyecto destinado a explorar el despliegue de SMR en el país. La compañía pretendía realizar una serie de estudios para evaluar los tipos adecuados de SMR desde el punto de vista de las necesidades de la industria eléctrica eslovaca, así como los costes de construcción y explotación de tales centrales. Así, una vez realizados, el país ha propuesto 5 emplazamientos: las centrales nucleares existentes de Bohunice y Mochovce y los emplazamientos de tres centrales térmicas, Novaky, Vojany y US Steel Kosice.
Por otro lado, la empresa polaca ORLEN Synthos Green Energy (OSGE) está trabajando para instalar centrales SMRs en 7 emplazamientos de Polonia utilizando la tecnología BWRX-300 de GE Hitachi. Los lugares serían: Ostrołęka, Włocławek, Stawy Monowskie, Dąbrowa Górnicza, Nowa Huta, la Zona Económica Especial de Tarnobrzeg y Varsovia.
Sin embargo, la de OSGE es la última de una oleada de solicitudes de decisiones respecto a centrales nucleares en Polonia. El 14 de abril, el productor de cobre y plata KGHM Polska Miedź SA presentó una solicitud sobre la construcción de una central SMR NuScale VOYGR en Polonia. Tres días después, Polskie Elektrownie Jądrowe presentó una solicitud sobre la construcción de la primera gran central nuclear del país, en Lubiatowo o Kopalino, en el municipio polaco de Choczewo, en la provincia de Pomerania.
Por su parte, la empresa de minería de carbón estatal checa, OKD, ha propuesto la localización de la central eléctrica de Tisová y un complejo industrial en la localidad de Vřesová como posibles ubicaciones para los SMR en su país.
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