Primera prueba del Omoda 5: en la línea de flotación
En un mercado que solo vende SUV compactos, Omoda llega con un producto que ataca directamente donde más duele: el bolsillo. Pero este nuevo Omoda 5 que ya hemos conducido esconde muchas más virtudes. Estas son.
Tras asistir al desembarco oficial en España, país estratégico para Omoda al ser el primero de Europa en el que ha decidido desembarcar, por fin hemos podido conducir el Omoda 5, un modelo de suma importancia porque no solo aterriza en el segmento de mayor demanda comercial del momento, los todocaminos compactos, sino que lo hace con un precio de venta especialmente agresivo que a buen seguro provocará que veamos muchos circulando por las carreteras en los próximas semanas.
De hecho, en el pasado mes de abril se comercializaron nada menos que 485 unidades, que si bien pueden no parecer significativas, la realidad es que no están lejos de las cifras de ventas de, por ejemplo, un CUPRA Formentor, sobre todo en el canal de particulares, donde ha colocado 326 unidades frente a las 400 del español. Pero si lo comparamos con un compatriota suyo como es el MG HS, en el pasado mes el Omoda 5 le superó en casi 130 unidades en dicho canal.
Ahora bien, una de las máximas preocupaciones de Omoda ha sido la de establecerse de una manera más correcta en nuestro mercado, cimentando su posición por encima de las cifras de ventas. Y eso se comprueba en el hecho de que la firma china propone una solvente red de postventa gracias a la nueva central de recambios que ha estrenado en Azuqueca de Henares y que permite que en menos de 24 horas el concesionario cuente con la pieza solicitada (72 horas si hablamos de las islas), logrando igualmente una cobertura nacional al disponer de 55 talleres.
Un diseño conocido
Si entramos ya en materia puramente de producto, el Omoda 5 (nombre que proviene de juntar la letra ‘O’ como concepto de positividad y oxígeno, con ‘moda’ en relación a la modernidad). Desde la marca buscan captar un público joven y dinámico y así lo reflejan en una silueta fluida y redondeada que, no obstante, desde aquí nos recuerda y mucho a la del Nissan Qashqai (prueba del MHEV) entremezclada con la del Ariya (prueba).
Con todo, hablamos de un coche que mide 4,40 metros y que destaca por elementos como la calandra de generosas dimensiones con un tramado diamantado, llantas de 18 pulgadas o unos faros posteriores con luz digital en forma de piano. La personalización también juega un papel importante como demuestran los 8 colores de carrocería y 3 opciones bicolor (1 con el techo blanco y dos negro).
En el interior el Omoda 5 suprime de golpe y plumazo el concepto de que los coches chinos son baratos y austeros. Este SUV hace gala de una calidad notable gracias al uso de materiales blandos y de ajustes especialmente buenos, sobre todo en zonas como el túnel central. Su presencia aumenta además gracias a la digitalización representada con una doble pantalla conectada bajo un mismo marco (a estilo de los últimos BMW) y que ofrece una diagonal conjunta de 20,5”. Los comandos físicos brillan casi por su ausencia aunque bajo el monitor central, que por cierto ofrece un manejo bastante rápido (sobre todo para el asistente vocal) e intuitivo, se coloca una tira táctil con funciones destinadas a la climatización. Si seguimos más abajo, vemos una enorme superficie tapizada en terciopelo destinada a la carga inductiva para móviles, con una potencia de 50 W y, además, refrigerada.
Si hablamos de confort de a bordo, los asientos delanteros tienen un buen mullido, reduciendo el agotamiento en marcha, pero se han colocado en una posición demasiado elevada, hasta el punto que alguien de más de 1,85 ya tocará con el techo, sobre todo si viaja de copiloto ya que dicha butaca no tiene regulación en altura. La zona trasera hace gala de un amplio espacio para los ocupantes. Aquí dos, e incluso tres adultos de estatura media podrán colocarse sin demasiados problemas, contando incluso con elementos como tomas de aire, aunque la posición de las rodillas es un tanto elevada.
Sin embargo, donde peca un poco más es en el maletero, pues los 370 litros sí están en línea de modelos como el Toyota C-HR, se quedan cortos en comparación con otros como el propio Formentor (450), el Hyundai Kona (466) o incluso el Nissan Qashqai (504).
Conducimos el Omoda 5
Llegamos al punto más deseado, saber cómo va el Omoda 5. Aquí el regusto final ha sido agridulce porque si bien el motor de gasolina 1.5 Turbo de 185 CV y 290 Nmresponde con bastante solvencia mostrándose muy vivo desde un régimen bajo de revoluciones, en el apartado dinámico, este SUV tiende a ser demasiado blando y subvirador.
Yendo por partes, este bloque se combina con una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones desarrollada por Detrag, que igualmente nos ha parecido que tiene un funcionamiento suave y rápido, pues de hecho cifra un 0 a 100 km/h de 7,8 segundos. Sin embargo, su comportamiento nos deja algo fríos. Primero, porque la dirección apenas transmite información y segundo porque no da muestras de tener una pisada aplomada y firme, sino que se ha mostrado como un coche que balancea demasiado y es muy rebotón. Ello resta confianza a la hora de afrontar un tramo con curvas, escenario en el que tampoco ayuda el hecho de equipar unos neumáticos Giti. Porque aunque esta firma china es una de las 10 que más vende a nivel mundial, sus gomas no aportan el agarre esperado al tiempo que aumentan la rumorosidad. No obstante, desde la marca nos aseguran que en breve saldrá de fábrica con unos Khumo e incluso algunas de las unidades de la presentación iban asociadas a unos Michelin.
Por terminar con un punto que quizá muchos piensen que es débil, hablamos del consumo. Y es que aquí Omoda es igualmente realista ya que el Omoda 5 homologa un gasto medio de 7,8 l/100 km que si bien serán difíciles de conseguir en conducción real y cotidiana, el primer dato registrado por nosotros no ha sido excesivamente alto, al moverse en los 9 l/100 km. Entendemos que con unos neumáticos acordes y evitando el abuso del programa Sport, con el que se puede disparar por encima de los 10 l/100 km, lo normal es moverse en los 8,5 l/100 km.
Pero quien no quiera adelantarse a la norma de 2035 y abrazar la electrificación, ha de saber que pasado el verano ya estará disponible el Omoda 5 EV, con un rendimiento de 150 kW (204 CV) y un par máximo de 340 Nm. Gracias a ello, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 172 km/h. Pero como es un eléctrico hay que hablar de autonomía y en este caso se alimenta de una batería de 61,05 kWh de capacidad, que homologa una autonomía de 430 km (según el protocolo WLTP). Se puede recargar del 30 al 80% en un tiempo estimado de entre 3 a 4 horas (con corriente alterna en una toma de 11 kW) o en 28 minutos (con corriente continua a 80 kW).
En definitiva
Omoda aprende rápido, muy rápido, porque si bien seguramente hayas visto desde septiembre algún Omoda 5, la realidad es que esas primeras unidades no eran sino un pre-test para ver cómo respondía el público. De hecho, en estos nueve meses, el Omoda 5 que hemos conducido ha evolucionado y lo seguirá haciendo tras el feedback de los periodistas a la marca (como es el caso de los neumáticos). La firma china aterriza con fuerza y no solo por un producto que además consiguen ofertar con un precio de derribo, sino porque gracias a la adquisición de los terrenos de la Zona Franca, el resto de Omoda y Jaecoo que lleguen, se ensamblarán en dicha línea de montaje, reduciendo más los tiempos de espera y alineándose más aún con los estándares de calidad europeos. En cuanto a su tarifa, este Omoda 5 es como te hemos dicho, un coche que no pasa desapercibido porque los 27.900 euros de los que parte son poco igualables por sus rivales, más aún con el equipamiento asociado al nivel Comfort. Un nivel que con la financiación se queda en 22.900 euros y una cuota de 149 euros mensuales. Pero ojo, porque si quieres dar el salto al Omoda 5 Premium, los 2.000 euros de sobrecoste no son excesivos y de hecho la firma china confía en que dicho nivel aglutine el 90% de las ventas. Como guinda, tenemos los 7 años de garantía o los 150.000 km.
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