El tsunami provocado por los fabricantes chinos y sus correspondientes modelos 100% eléctricos está empezando a mostrar sus primeras consecuencias. Varios son los países que han mostrado su malestar ante las ventajas y bonificaciones que estas marcas tienen en comparación con las locales e incluso territorios como Francia han vetado la venta de estos coches si no cumplen con un mínimo de sostenibilidad.
Pero las consecuencias van a más y el pasado mes de octubre se formó una comitiva de expertos de la Comisión Europea para investigar a las marcas chinas que están vendiendo sus productos en el Viejo Continente. La misma que en los próximos días partirá hacia suelo asiático para determinar, según un informe, si cuentan con una ventaja competitiva frente a las marcas europeas.
Y es que en la actualidad, las ventas de coches chinos representan nada menos que el 8% del mercado total en Europa. Parece una cifra escasa pero según Reuters, que podría haber accedido a dicho informe antes comentado, se prevé que para el 2025 se duplique hasta superar el 15%. De hecho, como te comentamos hace unos días, China ya ha superado a Japón como el mayor exportador de coches del mundo y en lo referente al vehículo eléctrico, BYD superó a Tesla en el último cuarto del 2023 en lo que a ventas de este tipo de coches se refiere, quedándose finalmente muy cerca en el acumulado. Otros CEO de empresas europeas como Carlos Tavares de Stellantis u Oliver Zipse (BMW), llevan tiempo alertando sobre la amenaza que suponen los fabricantes chinos para Europa y, lo que es más preocupante, la diferencia arancelaria e incluso de producción, algo que de seguir así provocaría la salida de muchas factorías a suelo asiático.
Solo las autóctonas
La investigación iniciada por la Comisión Europea espera descubrir si los vehículos eléctricos fabricados en China reciben subsidios estatales que les proporcionan una ventaja económica injusta a la hora de fijar los precios en Europa frente a las marcas europeas, que no reciben subsidios estatales. Se espera que la investigación dure poco más de un año y en el periodo actual ya son varias las marcas chinas que **han recibido y respondido a los cuestionarios de la Comisión. **
Como era evidente, Beijing no ha reaccionado de manera favorable ante este grupo de expertos y mientras algunos fabricantes de automóviles europeos apoyan la investigación, otros como BMW (que fabrica varios modelos en suelo asiático) no se han pronunciado ni a favor ni en contra. De hecho, la firma alemana no debería de estar preocupada pues la Comisión no visitará ni sus factorías ni las de otras marcas mundiales que operan en China, como Tesla, Audi o Renault, sino que se centrará principalmente en las autóctonas. De hecho, según Reuters, las que están en el punto de mira son BYD, Geelyy SAIC así como otras que están creciendo de manera exponencial.
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