En España, las compañías que ya hacen uso de esta norma deberán adaptarse a los nuevos requisitos en un máximo de tres años, hasta septiembre de 2018. La Asociación Española de Normalización y Certificación (Aenor) apoyará a las empresas que lo necesiten, para lo cual elevará el grado de cumplimiento de los nuevos requisitos y elaborará un plan de transición.
Esta norma permite a las organizaciones trabajar de manera más eficiente, ya que posibilita alinear todos los procesos de la organización, por lo que facilita su entendimiento por todos. Además, su correcta aplicación incrementa la productividad y eficiencia y reduce sus costes económicos.
El principal objetivo de la revisión es facilitar la integración de esta norma con los demás sistemas de gestión y que estos sean más accesibles para todo tipo de organizaciones, especialmente en el sector servicios.
Entre los nuevos requisitos destaca un mayor énfasis en el liderazgo de la dirección. Además, incluye el concepto del riesgo, no solo limitado al efecto negativo de la incertidumbre, sino también para aprovechar los escenarios que pueden favorecer la consecución de resultados. Asimismo, la norma promueve una mayor eficacia en la gestión de la cadena de proveedores.
Las normas técnicas, en general, tienen un beneficio directo en la cuenta de resultados de las empresas que puede suponer hasta un 5% de los ingresos por ventas, según un estudio de ISO. Además, para el conjunto de la economía española suponen el 1% del PIB.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios