Los gestores de redes eléctricas de Francia y España, RTE y Red Eléctrica, respectivamente, han atribuido una serie de contratos para la interconexión submarina que van a construir por el Golfo de Vizcaya.
Inelfe, la filial común de los dos gestores, ha escogido para la instalación de los cables NKT HV Cables y Prysmian Powerlink, empresas especializadas en ese tipo de trabajos.
Además, el contrato de las estaciones de conversión se ha encargado a un consorcio formado por Hitachi Energy y Vinci.
En las próximas semanas, Inelfe va a mantener negociaciones exclusivas con esas compañías con el objetivo de firmar los contratos antes del próximo mayo.
Queda pendiente la atribución de las obras de ingeniería asociadas a los cables terrestres, que se encuentra en fase de licitación y se decidirá durante este año.
Subida de costes
La selección de las empresas se ha hecho después de que los reguladores del mercado en los dos países, la CNMC en España y la CRE en Francia, hayan confirmado el interés del proyecto con el nuevo presupuesto.
Los reguladores han modificado el reparto de los costos entre los dos países,"teniendo en cuenta el contexto económico, financiero y energético actual".
RTE, según señaló una portavoz a EFE, asumirá el 46,2 % del monto teniendo en cuenta la subvención, es decir 1.161 millones de euros. En caso de que se superara la partida fijada ahora, el reparto sería equitativo, un 50 % para cada empresa, añadió la compañía.
En la fuerte corrección de los sobrecostes han pesado, según la misma fuente, la inflación (el aumento de las materias primas necesarias para la fabricación de los cables, en particular el cobre) y la "saturación de los mercados" con los proveedores.
El comienzo de las obras se prevé para finales de este verano y la entrada en servicio de esta nueva interconexión en el horizonte de 2028, más tarde de lo inicialmente previsto.
Más capacidad de interconexión
Con la nueva línea se duplicarán las capacidades actuales de intercambio de electricidad para dejarlas en 5.000 megavatios, una cifra que seguirá estando muy por debajo del objetivo europeo para las interconexiones.
La Unión Europea había fijado un objetivo de interconexiones eléctricas equivalente al 10 % de la capacidad para 2020, que no se ha cumplido, y con la marcha actual de los proyectos en curso tampoco se llegará a la nueva meta del 15 % para 2030.
Cubrirá una distancia de 400 kilómetros entre Cubnezais, cerca de Burdeos, y Gatika (Bizkaia), con estaciones de conversión en los dos extremos.
En ese recorrido, alrededor de 300 kilómetros de la línea serán submarinos y 100 kilómetros subterráneos.
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