Ningún comentario Las cuatro grandes energéticas de España - Iberdrola, Endesa, Naturgy y Repsol- reforzaron su posicionamiento en el mercado eléctrico nacional, libre y regulado durante 2023, cuando consiguieron una cuota conjunta cercana al 87%, frente al 86,1% del ejercicio anterior.
No obstante, los datos actualizados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) reflejan el creciente peso de Repsol en esta actividad, con una cuota que se disparó hasta el 6% tras sumar más de 550.000 clientes, coincidiendo con su estrategia multienergía y con la toma de control de CHC Energía.
Por el contrario, Iberdrola y Endesa, líderes en número de contratos, cedieron terreno en el último ejercicio, marcado por una mayor estabilidad, y concentraron el 33,6 y el 32,5% del mercado, respectivamente, por debajo de los niveles de 2022.
La información elaborada por EFE a partir del registro de la CNMC extrapola los contratos de cada grupo sobre el total de puntos de suministro por año, que en el último rondaron los 30,3 millones, un 0,7% más en comparativa interanual.
En total, las cuatro principales compañías del mercado eléctrico controlaban en torno a 26,3 millones de puntos de suministro, lo que deja un 13,2% de cuota a repartir entre el resto de comercializadoras.
Iberdrola y Endesa, a la baja
A tenor de las cifras proporcionadas por la CNMC, el grupo que preside Ignacio Sánchez Galán contabilizaba en el cuarto trimestre unos 7,4 millones de suministros en el mercado libre, un 3% menos que en el mismo periodo de 2022, y 2,8 millones en el regulado, casi un 1% más.
Si se suman ambos negocios, estos niveles mantuvieron a Iberdrola al frente del mercado eléctrico en España, con una cuota del 33,6%, inferior al 34,5% del anterior año.
De hecho, la compañía despidió el convulso 2022 con un porcentaje por encima del registrado en los tres años anteriores, cuando osciló entre los 33,4% de 2019 y los 33,2% de 2021.
Como de costumbre, justo detrás se situaba Endesa, cuya cuota alcanzó el 32,5% -menor al 33% de 2022, al 32,6% de 2021 y al 34,2% de 2019-, que acumulaba alrededor de 6,2 millones de suministros en el mercado libre, un 0,02% más, y 3,6 millones en el regulado, un 3% menos.
Con todo, la compañía se aferró a su primer puesto en este último mercado, vinculado al precio voluntario para el pequeño consumidor o PVPC, tarifa que han de tener contratada los beneficiarios del bono social.
Por su parte, la cuota de Naturgy subía al 14,6% a fecha del pasado 31 de diciembre -frente al 14,3% previo-, por el auge en el mercado libre, que repuntó más de un 6%, hasta acechar los 2,8 millones de puntos de suministro, lo que compensó la caída del 3% en el regulado.
Repsol se dispara
Aunque el mayor crecimiento por entonces lo registraba Repsol, con un total de contratos superior a los 1,8 millones, un 43 % más que en 2022, y una cuota del 6% frente al 4,3% anterior.
Detrás de estos números se encuentra la compra del 50,01% de CHC Energía, cerrada el pasado mayo, lo que le permitió tomar el control de la comercializadora eléctrica y sumar los más de 300.000 clientes de esta a su cartera, que por entonces ya alcanzaba los dos millones de contratos de luz y gas.
Con este movimiento, la compañía que preside Antonio Brufau pretendía reforzar su perfil multienergético, que se acentuó en el primer trimestre de 2023 con el lanzamiento de un programa, pionero en el país, que vincula todas las energías que ofrece a sus clientes.
Las tablas elaboradas por la CNMC, que presenta por separado los números de CHC, muestran cómo los contratos de Repsol 'per se' aumentaron un 23% en el mercado libre, hasta los 1,35 millones, si bien bajaron más de un 1 % en el regulado, a 185.988.
A ellos se suman los 249.124 de CHC en el mercado libre, un 16% menos que en el cuarto trimestre de 2022, y los 56.753, en el regulado, un 17% más.
En mitad de la polémica
Los datos se conocen en plena polémica a raíz de la demanda de Iberdrola a Repsol por supuesto blanqueo ecológico o 'greenwashing' en publicidad.
Para la demandante, Repsol, pese a promocionar iniciativas sostenibles, en su oferta multiproducto busca fomentar el uso de carburantes.
Además, continúa, aunque centra su publicidad en la sostenibilidad, ésta es un "elemento menor" de su día a día, omitiendo en sus comunicaciones su actividad principal y los verdaderos efectos medioambientales de sus productos y servicios.
Fuentes de Repsol, en cambio, atribuyeron esta acción legal al "nerviosismo" de Iberdrola ante el hecho de tener que actuar en un mercado cada vez más competitivo y en el que en el último año ha perdido clientes.
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