El Gobierno de Rusia se mostró hoy dispuesto a aprobar el tránsito del petróleo kazajo a través del oleoducto Druzhba con destino a Alemania.
"Sí, ese asunto se trató. Lo vemos como algo normal", aseguró Alexandr Novak, viceprimer ministro ruso, a la prensa local.
Novak precisó que el Gobierno daría el visto bueno a que "parte del petróleo kazajo" se enviara desde el puerto báltico de Ust-Luga al Druzhba, cuyo ramal norte cruza Bielorrusia y Polonia antes de llegar a territorio alemán.
Según se supo hoy, el operador kazajo KazTransOil solicitó al monopolio ruso de oleoductos Transneft autorización para bombear 1,2 millones de toneladas en 2023 a través del Druzhba con destino a Alemania.
El petróleo de Rusia
El Ministerio de Energía de Rusia es quien tiene la última palabra sobre el tránsito del petróleo kazajo, que alcanzaría las 300.000 toneladas en el primer trimestre.
El pasado 5 de diciembre, la Unión Europea dejó de importar petróleo ruso por vía marítima y dejará de hacerlo por tierra el próximo año debido a la campaña militar rusa en Ucrania.
La víspera, en declaraciones a Efe, Magzum Mirozagalíev, presidente de EKazMunaigAZ, la petrolera nacional kazaja, adelantó que Kazajistán buscará en 2023 diversificar las rutas para la exportación de su petróleo y gas, y poner en marcha la explotación de varios yacimientos.
"Debido a los factores externos y a los retos geopolíticos, la compañía trabaja en la creación de nuevas rutas de exportación para el crudo kazajo", dijo.
Según Mirozagalíev, a fin de garantizar un nivel estable de extracciones en los próximos diez años, la petrolera nacional kazaja planea en 2023 poner en marcha los proyectos Zhenis y Abái, en el mar Caspio, y Turgái Paleozói, Karaton Podsolevói y Taisogán, en tierra.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó esta semana un decreto en el que prohíbe a partir del 1 de febrero de 2023 exportar petróleo a aquellos países que apliquen un tope a los precios del crudo ruso.
La medida, que responde al tope de 60 dólares por barril impuesto al crudo ruso por la Unión Europea, el G7 y Australia, se aplicará hasta el 1 de julio.
La pasada semana Putin calificó el tope de los precios como "un atavismo colonial", aunque negó que Rusia vaya a perder dinero por ello.
Por ese motivo, Rusia ya advirtió de que podría reducir la extracción de petróleo entre un 5 y un 6 por ciento a comienzos del próximo año.
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