RWE ha anunciado que reducirá en 10.000 millones de euros su inversión prevista en energía limpia hasta 2030, debido a una gestión de riesgos más estricta y a unas mayores expectativas de rentabilidad.
En sus resultados anuales para 2024, la empresa energética alemana afirmó que ahora está previsto un total de 35.000 millones de euros netos para los años 2025 a 2030, aproximadamente 10.000 millones de euros netos menos de lo planificado anteriormente.
Las inversiones en nuevos parques eólicos y solares, almacenamiento de energía, electrolizadores o centrales eléctricas flexibles se realizan a lo largo de décadas y, por lo tanto, requieren condiciones marco estables y fiables.
Crece la tasa de rendimiento para nuevos proyectos
RWE afirmó que está respondiendo a “incertidumbres regulatorias, restricciones en la cadena de suministro, riesgos geopolíticos y tasas de interés más altas”. En consecuencia, la tasa de rendimiento requerida para nuevos proyectos se ha incrementado de un promedio del 8% a un promedio de más del 8,5%.
Markus Krebber, CEO de RWE, dijo: "Nuestros proyectos de construcción, que suman más de 12 gigavatios, avanzan según lo previsto. Ante la mayor incertidumbre en el entorno de inversión, hemos aumentado los requisitos para futuras inversiones. Como resultado de una gestión de riesgos más estricta y de unas mayores expectativas de rentabilidad, invertiremos menos de lo previsto anteriormente hasta 2030. Sin embargo, confirmamos nuestros objetivos financieros: un beneficio ajustado por acción de 4 euros para 2030 y un aumento anual del dividendo del 5% al 10%”.
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