Salvador Gabarró, fallecido este viernes en Barcelona a los 81 años, destacó por su aportación a diversas compañías y entidades empresariales catalanas como Roca, La Caixa, la Cámara de Comercio de Barcelona o el Círculo de Economía, así como por su gestión al frente de Gas Natural, a la que convirtió primero en Gas Natural Fenosa con la compra de Unión Fenosa y, posteriormente, en un grupo de proyección internacional.
Nacido en Sant Guim de Freixenet (Lleida) en 1935, fue a Barcelona para convertirse en Doctor ingeniero industrial y empezó a trabajar en Perfumería Parera (Badalona), una empresa familiar en la que le encargaron elaborar el proyecto de la nueva fábrica y la gestión del negocio.
Posteriormente pasó a Roca, donde se convirtió en 1969 en director general de Producción y en 1974 en gerente, impulsado su expansión.
Dejó el cargo a los 65 años, en 2000, pero, lejos de abandonar la vida empresarial, le propusieron en 2003 convertirse en consejero de La Caixa, desde donde entró en el consejo de Gas Natural ese mismo año, empresa que acabaría presidiendo y convirtiendo en una de las principales empresas energéticas de España y la primera totalmente integrada en gas y electricidad.
Una de las claves de la transformación de la empresa ha consistido en su internacionalización. Si el 29 de octubre de 2004, el día en que Gabarró fue designado presidente, el grupo tenía presencia en diez países, ahora opera en 30 países, y lo hace mediante iniciativas como la sociedad Global Power Generation y apoyada en su capital por firmas como GIP o socios estratégicos como Sonatrach.
Por el camino, Gabarró lideró la gran operación corporativa que transformó la compañía. Tras el intento fallido de compra de Endesa, fue en 2009 cuando Gas Natural logró por fin convertirse en una de las grandes eléctricas de España. Lo hizo con una primera operación en 2008, mediante el acuerdo para la compra a ACS de un 45% de Unión Fenosa, y después con la materialización, un año después, de la adquisición del resto de la eléctrica y la creación de Gas Natural Fenosa.
La empresa que deja Gabarró ha pasado de ganar 642 millones en 2004 a 1.502 millones en 2015, así como de repartir un dividendo anual de 318 millones aquel año a 1.001 millones doce años después. Durante su mandato, ha pasado de 9,5 millones de clientes y 6.697 empleados a 23,8 millones de clientes y 19.939 empleados.
VALORES TRADICIONALES Y TRATO PERSONAL
Gabarró reivindicaba sus "valores tradicionales" y sus orígenes de empresa familiar, y su estilo se caracteriza por un talante afable, prudente y diplomático, en el que primaban las distancias cortas y la necesidad de mantener buenas relaciones y gestionar con habilidad la empresa.
"A mí, el trato personal siempre me ha funcionado bien, me he entendido con la gente y, precisamente, creo que esa es una de las cosas que más me han gustado", explicó el propio Gabarró en el libro 'Conversaciones empresariales con Salvador Gabarró', editado en 2002.
Una de las primeras cosas que hizo cuando fue nombrado presidente de Gas Natural fue visitar todos los centros de trabajo y saludar personalmente a los empleados, interesándose por lo que hacían, e hizo lo mismo de nuevo en 2009, en los primeros meses tras la fusión de Gas Natural con Unión Fenosa.
También fue un defensor de la familia y antepuso a menudo pasar tiempo con ella --estaba casado y tiene una hija-- a acudir a eventos sociales.
Fue celoso con su vida privada y preservó sus opiniones y gustos personales, hasta el punto de que solo ha trascendido una de sus aficiones, la de la pesca, que practicaba desde una barca en el mar.
PRAGMATISMO
Entre sus máximas como ejecutivo destacaba el pragmatismo, que intentaba poner en valor frente a sus colaboradores y directivos: "Hay que delegar mucho y dar autonomía. Y así puedes tener a mucha gente por debajo de ti, pero a base de no molestarlos, de decirles: 'Espabila y no vengas a verme hasta que tengas un problema'", señalaba.
En los doce años en Gas Natural Fenosa acudió cada mañana a la sede de la compañía en Barcelona, salvo cuando se encontraba de viaje, y también era presidente de la Fundación Gas Natural Fenosa.
Gabarró también era miembro del consejo de administración de CaixaBank desde 2003 y vicepresidente tercero de CriteriaCaixa, y fue vicepresidente primero de La Caixa de 2003 hasta junio de 2014 y vicepresidente del Patronato de la Fundación La Caixa hasta octubre de 2014.
Asimismo, formó parte de los consejos de administración de Enagás e Indra Sistemas.
Fue reconocido en 2010 con la Creu de Sant Jordi que otorga la Generalitat, y también recibió la medalla de honor de la Cámara de Comercio de Barcelona y la Clau de Barcelona.
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