El fabricante francés Schneider Electric obtuvo en 2015 un beneficio neto de 1.407 millones de euros, lo que supone un 28% menos que el año anterior, aunque elevó un 6% su beneficio neto ajustado, hasta los 2.119 millones de euros.
La facturación de Schneider en el conjunto del año aumentó un 7%, hasta los 26.640 millones de euros, frente a los 24.939 millones de euros que ingresó en 2014, según ha informado la compañía gala en un comunicado.
Por zonas geográficas, la división de Europa Occidental aumentó un 1% su facturación en términos orgánicos en 2015, hasta los 6.929 millones de euros, mientras que Asia-Pacífico disminuyó un 5% hasta los 7.599 millones de euros.
Mientras, la división de Norteamérica disminuyó un 2% su facturación respecto al año anterior, hasta los 7.268 millones de euros, mientras que el resto de países incrementaron un 8% la cifra de negocio, hasta los 4.844 millones de euros.
El presidente y consejero delegado de Schneider, Jean-Pascal Tricoire, ha valorado de forma positiva estos resultados y ha afirmado que en un contexto "complicado" la compañía ha conseguido unos ingresos y beneficio "récord", además de un margen estable en términos orgánicos y un fuerte crecimiento del flujo de caja.
"Esto demuestra la fortaleza de nuestro modelo negocio, basado en la mayor red del mundo de socios, acrecentada por nuestra exposición equilibrada tanto a los mercados finales como a las geografías", ha subrayado Tricoire.
En este sentido, el consejero delegado de Schneider ha destacado que estos resultados demuestran la "capacidad" de la compañía para "adaptarse rápidamente" a un entorno volátil y complicado.
Además, Tricoire ha anunciado que propondrá el pago de un dividendo de 2 euros por acción, lo que supone un 4% más respecto a 2014 y el aumento de su programa de recompra hasta los 1.500 millones de euros.
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