Donald Trump ha perdido a uno de sus hombres clave en su fuerte oposición a la lucha contra el cambio climático. Scott Pruitt, el director de la Agencia de Protección Ambiental (EPA en sus siglas en inglés) ha renunciado a su cargo tras conocerse una riada de escándalos que no podían permitir que el funcionario continuara un minuto más al frente de la política ambiental de EEUU.
Su oposición al Acuerdo de París y el favoritismo a la industria del carbón, del petróleo y del gas, no han sido los culpables de esta renuncia. Más bien lo contrario. Esos movimientos, con los que tumbó todos los planes de la era Obama, auparon a Pruitt y se ganaron la confianza de Trump. Pero al exdirector de la EPA se le ha visto el plumero y ha querido vivir mucho mejor de lo que realmente debería.
"Acepté la renuncia de Scott Pruitt como director de la Agencia de Protección Ambiental. Dentro de la agencia Scott ha hecho un trabajo sobresaliente, y siempre estaré agradecido con él por esto. El Senado confirmó que el subdirector de la EPA, Andrew Wheeler, asumirá el lunes funciones como el director interino. No tengo dudas de que Andy continuará con nuestra gran agenda de la EPA. ¡Hemos logrado un progreso tremendo y el futuro de la EPA es muy brillante!", dijo el presidente norteamericano en Twitter.
https://twitter.com/realDonaldTrump/status/1014956573095915520
Pruitt recibió más de una docena de denuncias por continuos escándalos. Los continuos viajes costosos para el erario público, formar un equipo de seguridad sin precedentes y su alto coste, la instalación de una cabina insonorizada en su despacho forman parte de esas denuncias que han costado cientos de miles de euros para los ciudadanos estadounidenses.
Además, Pruitt también logró alquilar un apartamento por apenas 50 dólares la noche en un costoso sector aledaño al Capitolio por parte de la esposa de un lobbista con asuntos pendientes ante la EPA, y presuntamente usó recursos de la agencia para ayudarle a su esposa a establecer una franquicia de la popular cadena “Chick-fil-A”.
Pruitt envió una carta a la cadena Fox en la que aseguraba que dejará el cargo este viernes, una decisión que calificó como “extremadamente difícil” por la “labor transformativa” de la Administración.
“Los ataques personales continuos contra mí, mi familia, no tienen precedente y han tenido un impacto considerable en todos nosotros”, dijo Pruitt, quien afirmó que la victoria de Trump en 2016 y su nombramiento al frente de la EPA son producto de la “providencia de Dios”.
A partir de ahora, continuará su misión Andrew Wheeler. El actual subdirector de la EPA es un conocido lobbista de la industria del carbón, por tanto, la EPA seguirá en manos de gente que apuesta por todo menos por el medio ambiente.
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