El sector químico ha reclamado una reforma del mercado eléctrico en la senda de la propuesta por el Gobierno español, siendo así "más ambiciosa" que la "insuficiente" propuesta realizada Bruselas, con el fin de garantizar unos precios competitivos y predecibles a largo plazo, así como un mayor volumen de ayudas para los sectores gasintensivos.
La presidenta de la Federación Empresarial de la Industria Química Española (Feique), Teresa Rasero, ha asegurado que "unos "momentos excepcionales, como los actuales, precisan medidas excepcionales". "Todo lo que se está peleando desde España para que haya esa reforma del mercado eléctrico, desde aquí lo apoyamos", ha destacado.
La reforma del mercado eléctrico
Rasero ha considerado que la propuesta de reforma del mercado eléctrico "no puede sostenerse únicamente" en los contratos por diferencia para los nuevos entrantes o el impulso de mercados por capacidad.
La industria química pide establecer precios regulados y a plazo para las denominadas tecnologías inframarginales, la energía nuclear e hidráulica, así como para el conjunto de renovables adscritas al régimen Recore, lo que estima que permitiría disponer de 150 teravatios hora (TWh) anuales, volumen equivalente a la totalidad de la demanda de la industria española.
Igualmente, ponen el foco en el impacto por los derechos de emisión de CO2, que, con un precio medio que supera actualmente los 90 euros por tonelada, incrementa en 40 euros por megavatio hora (MWh) el precio del mercado mayorista, apostando por excluir temporalmente a los ciclos combinados del pago de derechos de emisión.
Los gasintensivos
En lo que respecta al gas natural, con precios a lo largo del año pasado nueve veces superiores a los que se se registraban en los ejercicios anteriores, que han puesto contra las cuerdas al sector, exigen más ayudas directas para las empresas gasintensivas en función de su consumo.
La presidenta de Feique ha destacado que, a pesar de que se prevé que 2023 pueda terminar con unos precios medios por debajo de los 50 euros/MWh, la situación sigue siendo "una condición difícil y que resta competitividad a la industria".
En este sentido, estimó que las ayudas directas de unos 825 millones de euros dirigidas actualmente al sector son "insuficientes", frente a los 1.000 millones de euros de Portugal, un país con un nivel de consumo de gas muy inferior de su industria, o los 25.000 millones de euros de Alemania, considerando que sería necesario alcanzar un nivel de unos 5.000 millones de euros, en un nivel más próximo al de las ayudas portuguesas.
Además, abogó por un modelo de descuento, también en línea con lo existente en Portugal, de 40 euros/MWh en la factura, hasta un precio mínimo de 30 euros/MWh que aplica directamente la comercializadora, a quien compensa directamente el Estado.
El sector químico también reclamó un mayor impulso de España a las tecnologías de captura, almacenamiento y uso de CO2, "imprescindibles" para alcanzar los objetivos de neutralidad climática en 2050 y pidió también que el Perte de Descarbonización "se materialice ya", con unos plazos "realistas" y acelerando sus convocatorias, ya que se necesita visibilidad para las inversiones de 70.000 millones de euros que la industria deberá abordar para ser neutra dentro de tres décadas.
Parones de producción
Por otra parte, el director general de Feique, Juan Antonio Labat, ha dado por zanjado ya los parones en la industria del sector arrastrados por los altos precios del gas natural vividos en 2022, ya que el actual entorno de precios y el alza en la demanda de Asia prevista permite volver a producir por precio.
"Tenemos perspectiva de que todo el mundo pueda abrir, Quedará muy poco, algo por parones técnicos. De las que conocemos que están paradas en finales de marzo o principios de abril volverán a abrir", ha afirmado.
En lo que respecta a las cifras de 2022, la industria química registró el año pasado un crecimiento de su cifra de negocios del 16,3% con respecto al ejercicio anterior, alcanzando la cifra récord de 89.866 millones de euros, impulsado, principalmente, por el incremento de lo precios de venta, que aumentaron un 18,6% de media como consecuencia de los costes energéticos, según los datos de la patronal Feique.
Sin embargo, la producción del sector apenas repuntó (0,9%) con respecto a 2021, con un desplome iniciado en la segunda mitad del año pasado debido, principalmente, al impacto de los altos costes energéticos y la invasión de Ucrania por Rusia, que cortó así el positivo inicio de año.
Labat ha destacado el crecimiento en los mercados exteriores, con una cifra de negocios que se impulsó un 29,2%, hasta los 63.626 millones de euros, lo que situó al sector como el principal exportador de la economía española, aglutinando el 19,5% del total de las exportaciones industriales.
Por sectores, el comportamiento no fue homogéneo, con una química básica que se vio como la más impactada por esos altos costes de la energía, sufriendo una caída de producción del 11,2%, mientras que la química de la salud y la de consumo directo (productos de limpieza y perfumería) crecieron entre el 10% y el 6%.
En lo que se refiere al empleo directo del sector, creció un 12,1%, hasta los 234.000 asalariados directos, tendencia que fue perdiendo fuerza en el tercer y cuarto trimestre en sintonía con la caída de la producción.
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