Petróleo & Gas

Shell planifica su transformación para ser una empresa con cero emisiones de CO2 en 2050

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La petrolera británico-neerlandesa Shell aseguró este jueves que acelerará su transformación hacia una compañía neutral en emisiones de CO2 para 2050, y subrayó que la producción de petróleo alcanzó su punto máximo en 2019, lo que le permite expandir su negocio de energías renovables y bajas en emisiones.

En una actualización de sus planes, el grande energético subrayó que, a partir de hoy, integra su estrategia y sus ambiciones ambientales y sociales con el objetivo de “generar valor para los accionistas, lograr emisiones netas cero, impulsar vidas y respetar la naturaleza” desde una “organización remodelada”.

Asegura que su producción de petróleo disminuirá entre un 1 y un 2 por ciento cada año, después de confirmarse sus expectativas de que las emisiones totales de carbono de la compañía alcanzaron su punto máximo en 2018 y la producción de petróleo en 2019, lo que permitirá a la empresa transformarse en un periodo de treinta años.

“Nuestra estrategia acelerada reducirá las emisiones de carbono y generará valor para nuestros accionistas, nuestros clientes y la sociedad en general”, prometió el director ejecutivo de Shell, Ben van Beurden, que apuesta por “brindar a los clientes los productos y servicios que desean y necesitan, que tengan el menos impacto ambiental”.

Además, subrayó que la empresa utilizará sus “fortalezas establecidas” para construir la compañía del futuro, mientras hace “la transición para ser un negocio de cero emisiones netas, en sintonía con la sociedad”, ya sean conductores, hogares o empresas, y allá “donde la demanda de productos y servicios más limpios es más fuerte”, añadió.

Los objetivos definidos en sus planes buscan reducir las emisiones en 6-8 % para 2023, 45 % para 2035 y 100 % para 2050, utilizando una línea de base de 2016.

CRECIMIENTO Y TRANSFORMACIÓN

La empresa reiteró que una de sus “prioridades” es ofrecer valor a los accionistas, lo que se hará manteniendo “la política de dividendos progresivos, aumentando el dividendo por acción en alrededor de un 4 por ciento anual, sujeto a la aprobación” de la junta directiva, a la vez que reduce la deuda neta a 65.000 millones de dólares.

Invertirá anualmente hasta 6.000 millones de dólares en lo que califica como su pilar de crecimiento (repartidas entre márquetin y energías renovables y soluciones energéticas) y hasta 8.000 millones de dólares en su negocio “upstream”, petróleo y gas.

Aunque el gasto general de la compañía seguirá estando en el petróleo y el gas en el futuro más inmediato y cubrirá los beneficios de los accionistas y la transformación, Shell asegura que apoya el objetivo “más ambicioso” del Acuerdo de París sobre el cambio climático para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 grados centígrados, lo que solo es posible promoviendo proyectos con bajas emisiones de CO2, como los biocombustibles.

La energética, que también prestará atención especial a los residuos y al reciclaje, quiere tener acceso a 25 millones de toneladas adicionales al año de capacidad de captura y almacenamiento de carbono para 2035, que se sumarán a los tres proyectos que tiene en marcha o planeados en la actualidad para esta labor en Canadá, Noruega y los Países Bajos, que totalizarán unos 4,5 millones de toneladas de capacidad.

Shell atiende a más de un millón de clientes comerciales e industriales, y a más de 30 millones de clientes en 46.000 estaciones de servicio minoristas diariamente, clientes en los que se seguirá centrando con una promesa de aumentar el número de puntos de recarga de vehículos eléctricos hasta 500.000, en lugar de los 60.000 actuales.

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