La firma estadounidense SolarReserve ha recibido recientemente la aprobación del Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) chileno para construir su proyecto Tamarugal Solar en la Región de Tarapacá: una de las iniciativas más grandes de almacenamiento de energía a nivel mundial. La planta será la mayor planta termosolar del mundo, superando a la de Ivanpah, en California, de 392 MW de potencia. Pero el proyecto podría verse superado muy pronto si prospera el proyecto Sandstone Energy, en Nevada, también de SolarReserve, planificado para 1.500 ó 2.000 MW.
La planta estará compuesta de tres torres solares de 150 MW, cada una con almacenamiento de energía de 13 horas a plena carga: con una capacidad total de almacenamiento de energía de 5,8 gigavatios-hora, la planta proveerá 450 megavatios de producción, lo que resultará en más de 2.600 gigavatios-hora generados anualmente.
Asimismo, operará a un factor de capacidad y porcentaje de disponibilidad igual al de una central eléctrica operada a carbón, a la vez que proveerá un precio de energía altamente competitivo y con cero emisiones. “La tecnología ya probada de SolarReserve puede proveer electricidad no intermitente a partir de la energía solar, 24 horas al día, sin requerir ningún combustible fósil”, señaló Tom Georgis, jefe de Desarrollo de SolarReserve.
La compañía ya ha estado operando su proyecto de 110MW de Crescent Dunes en Nevada desde hace algo más de un año, y ha iniciado la construcción de un proyecto de tamaño similar, Redstone, en África del Sur. También tiene un acuerdo con la china Shenhua para el desarrollo de 1 GW, espera construir una planta de 110 MW en Port Augusta y está presentando ofertas en Sudáfrica, Emiratos Árabes Unidos (EAU), así como esta de Chile.
Este último proyecto se licitará en una subasta de energía que se realizará a finales de este año. En las subastas anteriores, SolarReserve superó las ofertas de sus competidoras de gas y su otro proyecto en Chile, Copiapó, aseguró un precio de alrededor de 63 $ / MWh, gracias a los excelentes recursos solares del país.
Según reportó la firma, el proyecto ha sido revisado por el Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), administrado por el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA), el cual finalmente le entregó la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), que es la licencia de la autoridad que a partir de ahora les permite operar.
"El proyecto del Tamarugal ayudará a estabilizar y reducir los costes de electricidad a las familias y las empresas chilenas, al tiempo que garantizará la seguridad energética para el país", concluyó Georgis.
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