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Sudáfrica anuncia un plan para paliar la grave crisis eléctrica

El país sufre continuos apagones y tratará de facilitar la inversión privada para salir de la crisis eléctrica

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El Gobierno de Sudáfrica ha anunciado un plan para paliar la grave crisis que sufre su red eléctrica nacional y empezar a reducir los constantes apagones programados, con medidas que incentivarán la generación privada, entre otros instrumentos.

En un mensaje televisado a la nación a última hora de este lunes, el presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, desveló una batería de medidas en respuesta a los cortes de luz que el país estuvo sufriendo con especial intensidad y frecuencia en el último mes.

"Después de más de una década sin un suministro fiable de electricidad, los sudafricanos están justificadamente frustrados y enfadados. Están hartos", reconoció el mandatario.

Para aliviar la crisis eléctrica, Ramaphosa detalló un plan que incluirá la compra de electricidad a países vecinos, la eliminación de trabas a los proyectos de generación privados y la incentivación de la producción de energía mediante paneles solares en los hogares.

La corrupta Eskom

Además, Ramaphosa prometió de nuevo "arreglar" la endeudada compañía estatal Eskom, de la que depende casi la totalidad de la red eléctrica nacional y que tiene un pasivo de unos 22.000 millones de euros.

Su catastrófico estado tras años de corrupción y mala gestión está en el origen de esta crisis, que supone un terrible lastre para la economía más desarrollada de África, además de una gran fuente de malestar social.

Su efecto más visible son los cortes de luz rotativos -fenómeno conocido en el país como "load shedding" (quitarse carga)-, a los que los sudafricanos son habitualmente sometidos como única vía para evitar el colapso total de una red incapaz de dar respuesta a la demanda.

Entre los principales problemas a solucionar, Ramaphosa destacó hoy la deficiente planificación del aumento de la capacidad de producción de energía, las constantes averías por el mal estado de las anticuadas infraestructuras de Eskom y el impacto de la delincuencia (por ejemplo, en forma de robo de equipamiento y cables).

Desde su llegada al gobierno en 2018, sin embargo, Ramaphosa no ha cesado de prometer un final para esta crisis, así como un cambio radical en la estructura de Eskom para dar la vuelta a la situación de esta gigantesca compañía, que tiene más de un siglo de trayectoria y era una de las eléctricas más grandes del mundo.

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