Sumar pregunta en el Congreso por el vertido de bidones radiactivos frente a Galicia

El grupo parlamentario de Sumar en el Congreso de los Diputados ha preguntado al Gobierno por escrito sobre la situación del vertedero de bidones con residuos radiactivos a unos mil kilómetros de la costa gallega que investiga una misión francesa que está cartografiando el fondo marino.

"Los desastres en el mar no pueden ser tomados a la ligera", plantean en un documento presentado a la Mesa del Congreso, porque "tarde o temprano acaban perjudicando a uno de los mayores patrimonios con los que cuenta este país: su flora y fauna marinas y sus costas".

El Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS por sus siglas en francés), la institución más importante de este tipo en Francia, localizó más de 200.000 bidones radiactivos a unos 4.000 metros de profundidad y 1.000 kilómetros de las costas gallegas, que fueron arrojados en la zona por embarcaciones de distintos países entre 1946 y 1990.

El Instituto Francés de Investigación para la Explotación del Mar y la Autoridad de Seguridad Nuclear y de Radioprotección también forman parte de esta investigación en aguas internacionales.

Los bidones radiactivos

El Centro de Seguridad Nuclear, añade Sumar, está realizando "como le corresponde" una labor de recopilación de las medidas y de los análisis en nuestras costas y, hasta la fecha, no han detectado niveles significativos de radiactividad ambiental" pero ello "no significa que en un futuro a medio o largo lazo", las costas gallegas cántabras puedan sufrir "terribles e irremediables consecuencias".

Por ello, reclaman que el Gobierno explique desde cuando es conocedor de la acumulación de los bidones, qué medidas ha adoptado hasta la fecha respecto a este vertido, si dispone de información actualizada de la integridad de los bidones y si se plantea reclamar responsabilidades civiles y/o penales a los países que los vertieron, entre otras cuestiones.

Sin embargo, el Congreso de los Diputados no se encuentra en este momento en período de sesiones ordinarias, que se reanudarán el mes de septiembre, por lo que habrá que esperar hasta entonces para conocer la respuesta del ejecutivo.

Ayer, el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, también pidió al Gobierno que le mantuviera informado "de primera mano" sobre la situación de los bidones, aunque subrayó que su efecto es en principio "inocuo".

Los vertidos de residuos nucleares al mar no son algo desconocido, en realidad: en 1982 eran una práctica normalizada cuando el buque 'Sirius' de Greenpeace junto a barcos gallegos se enfrentaron con embarcaciones holandesas para intentar frenar sus descargas y, unos años más tarde, el convenio OSPAR de protección del medioambiente del Atlántico Noreste prohibió la práctica definitivamente.