No corren buenos tiempos para Tesla a nivel comercial. A los malos resultados cosechados durante el mes de enero en prácticamente todos los mercados, ahora se ha conocido que durante febrero sus ventas se redujeron en casi un 49% en China en comparación con el mismo mes del año anterior. En total, el fabricante californiano matriculó 30.688 unidades según los datos de la Asociación de Turismos de China lo que supone el nivel más bajo en casi dos años y medio, cuando en julio de 2022 registró 28.217 unidades. De hecho, si se compara con enero, el descenso también ha sido significativo, de otro 48%.
Un retroceso que contrasta con el crecimiento del que se ha convertido en su gran rival en los últimos dos años: BYD. Y es el fabricante chino consiguió vender en su país de origen nada menos que 318.000 turismos eléctricos e híbridos puros el mes pasado, lo que supone un aumento interanual del 161%.
Enemigo común
La vicepresidenta ejecutiva de BYD Global, Stella Li, posa para Europa Press, a 30 de mayo de 2024, en Madrid (España). FOTO: Juan Barbosa - Europa Press
Con esta rivalidad creciendo mes a mes, ¿qué ocurriría si ambos trabajaran juntos? Esta es una posibilidad que la propia vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, ha puesto sobre la mesa en una entrevista concedida al Financial Timesen lo que vendría a confirmar la frase de “ten a tus amigos más cerca, pero aún más a tus enemigos”. Ahora bien, no pienses en una asociación plena de la que naciese un nuevo modelo eléctrico, situación que pondría en jaque al resto de fabricantes, sino en una trabajo conjunto para derrotar al que es el enemigo común de ambos según Li: el coche de combustión. “Necesitamos trabajar juntos para que la industria cambie”, aseguró.
Una tercera fábrica en Europa
Firma del acuerdo entre BYD y Turquía para la construcción de una fábrica. BYD
De esta forma y aunque los números de BYD son especialmente buenos en los últimos tiempos, el contexto tanto en el extranjero, con la imposición de aranceles, como por su propio gobierno, que les alienta a limitar sus inversiones fuera de sus fronteras, podrían llegar a poner en dificultades su expansión. Con todo, BYD seguirá adelante en su idea de construir dos fábricas en suelo europeo, una en Hungría y otra en Turquía e incluso la propia Li confirmó la pasada semana que en los próximos 18 a 24 meses decidirán si dan el paso y se lanzan a abrir una tercera planta en el Viejo Continente.
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