Transportes ve el futuro con medios potentes y el vehículo totalmente electrificado

La secretaria general de Transportes, María José Rallo, ha asegurado este jueves que la movilidad del futuro pasará por combinar un transporte público "potente" con otras modalidades y reducir el uso del vehículo privado, "que tiene que estar completamente electrificado".

Durante su intervención en la jornada organizada por el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) con motivo de la Feria Genera, Rallo se ha referido a las distintas líneas de ayuda habilitadas a raíz de los fondos europeos del Plan de Recuperación, las cuales tomarán impulso en los próximos meses.

Una de ellas es el programa destinado a municipios para la implantación de zonas de bajas emisiones (ZBE), cuya primera convocatoria se cerró el pasado 30 de septiembre, al que "se han presentado 190 ayuntamientos, y han solicitado 1.500 millones de inversión".

"Ahora estamos valorando los proyectos y esperamos poder otorgar las ayudas o establecer su asignación antes de final de año", ha dicho Rallo, que ha avanzado que en 2022 se publicará una nueva convocatoria.

En la sesión ha intervenido también el director general de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (Aedive), Arturo Pérez de Lucía, que ha urgido al despliegue de infraestructuras de recarga para los vehículos, y ha llamado a "derribar las barreras en la concesión de licencias y permisos".

Asimismo, ha instado a las Administraciones para que, a diferencia de ocasiones anteriores, sigan de cerca la evolución de los proyectos a los que otorgan ayudas, de modo que liberen el dinero a otras empresas "si ven que no se van a poder acometer".

La directora del Área Industrial y de Medio Ambiente de la Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac), Arancha García, ha explicado que, para cumplir con los objetivos marcados para 2030, habrá que "multiplicar por 35" el número de vehículos electrificados que hay en la actualidad.

Ello tendrá su impacto en los puntos de recarga de acceso público, que hoy prácticamente alcanzan 12.000 y que deberán llegar a 340.000 para la próxima década, lo que supone "multiplicar por 30 la infraestructura".