Petróleo & Gas

Trump, hacia el dominio energético

Decretará la emergencia energética nacional para dar nuevas licencias de exploración y producción de petróleo y gas por todo el país

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El MAGA (Make America Great Again), primer gran lema que llevó a Donald Trump a la Casa Blanca en 2016, continúa ahora en la mente y en el día a día del nuevo presidente de EEUU. Pero ahora la diferencia es que se quiere poner el foco en materia energética y de la IRA de Biden se pasa al llamado ED, Energy Dominance o dominio energético que es el gran objetivo de la administración Trump para la próxima legislatura.

El petróleo y el gas serán los grandes protagonistas de la nueva era energética que arranca en EEUU. Trump lo tiene claro y quiere dominar el panorama energético mundial y ser el mayor productor de crudo y gas del mundo.

Para lograr ese dominio energético Trump aprobará en su primer día la declaración de emergencia energética nacional que no es otra cosa que volver a dar alas a la exploración y producción de combustibles fósiles en el país.

El objetivo, dar a las compañías nuevas licencias y barrer de un plumazo la medida aprobada a última hora por Joe Biden. EEUU alcanzó nuevos máximos de producción de petróleo bajo la administración Biden y ya es el mayor productor de petróleo y gas del mundo.

En las últimas semanas de su presidencia, Biden anunció una prohibición de las futuras perforaciones de petróleo y gas en alta mar a lo largo de gran parte de las aguas costeras de EEUU, que Trump dijo que revocaría en su primer día de mandato.

Los esfuerzos de Trump para revertir la protección de más de 6 millones de acres de océano de la perforación será difícil y probablemente será impugnada en los tribunales al requerir que el Congreso actúe.

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Más GNL

Otra de las acciones que llevará Trump a cabo será no cortar las alas al sector del GNL en EEUU.

Trump y su secretario de Energía, Chris Wright, que ganó miles de millones en la industria del fracking, quieren ver más exportaciones de GNL y se han comprometido a revertir la congelación de nuevas licencias de GNL.

Según los medios de comunicación, una orden ejecutiva sobre el GNL es probable, pero puede ser más alabar el gas, sin cambiar de inmediato la política, ya que podría tener ramificaciones legales.

La administración Biden publicó un informe de última hora que muestra que el aumento de las exportaciones de gas puede perjudicar a los estadounidenses y no ser de interés nacional.

El estudio sobre el GNL del Departamento de Energía afirma que el aumento de las exportaciones elevaría los costes energéticos para el hogar medio en más de 100 dólares para 2050.

Trump contestó que si eso es así lo solucionará enviando GNL más caro a Europa y otros compradores.

El caso es que independientemente de si Trump levanta la prohibición, se espera que la capacidad de exportación de GNL de EEUU se duplique de 2024 a 2028, según los proyectos que ya se están construyendo.

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Contra el clima

Todo lo que huela a Biden en materia climática será derogado. Trump es el archienemigo del clima. Es su última preocupación. Tanto que derogará todo lo relacionado al clima de la administración Biden. Aunque tampoco será fácil.

Trump quiere eliminar Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y Ley Bipartidista de Infraestructuras (IIJA) de subvenciones para energías limpias y apostar por la reducción de los créditos fiscales.

Lo de la Ley IRA lo tiene complicado porque se encontrará varios frentes, ya que hasta republicanos de su partidos se han llevado notables ayudas de la ley de Biden para atraer industria Net Zero al país.

Pero Trump irá contra el dinero que aún no se ha repartido y se podrían quedar miles de millones sin repartir para las empresas de energías renovables.

Las políticas climáticas de Biden establecieron muchos flujos de financiación climática diferentes, la mayoría de los cuales ya se han asignado. Pero unos 20.000 millones de dólares en subvenciones siguen expuestos a ser cancelados.

Aportaciones de las renovables

El Laboratorio de Política Industrial Net Zero de la Universidad Johns Hopkins considera que el retroceso de EEUU en materia de energía limpia podría dar hasta 80.000 millones de dólares en nuevas oportunidades a otros países fuera de EEUU, mientras que le costaría a EEUU unos 50.000 millones en exportaciones a estos países.

Según Climate Power, desde 2022, EEUU ha creado 406.007 nuevos puestos de trabajo en energías limpias con inversiones de 422.000 millones de dólares en en 751 nuevos proyectos de energías renovables.

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