La Unión Europea (UE) aplicará desde este domingo, 1 de octubre, el Mecanismo de Ajuste en Frontera de Carbono (CBAM) en su fase de transición, que incluye aranceles a las importaciones de cemento, hierro y acero, aluminio, fertilizantes, electricidad e hidrógeno para evitar la fuga de carbono e igualar su precio entre los productos nacionales y las importaciones.
De este modo, la UE busca que sus políticas climáticas no se vean socavadas por la reubicación de la producción a países con estándares ecológicos menos ambiciosos o por la sustitución de productos de la UE por importaciones más intensivas en carbono.
En su fase transitoria, el mecanismo sólo se aplicará a las importaciones de cemento, hierro y acero, aluminio, fertilizantes, electricidad e hidrógeno.
Las emisiones de carbono
Los importadores de estos bienes en la UE tendrán que informar sobre el volumen de las emisiones de gases de efecto invernadero generadas durante su producción, pero sin pagar ningún ajuste financiero en esta etapa.
Si bien se pide a los importadores que recopilen datos para el cuarto trimestre de 2023, su primer informe deberá presentarse antes del 31 de enero de 2024.
Además, se han incorporado una serie de flexibilidades en la estructura del mecanismo para el primer año de aplicación, como el uso de valores por defecto para la notificación de emisiones incorporadas y la posibilidad de utilizar las normas de seguimiento, notificación y verificación del país de producción.
La fase de transición servirá como período de aprendizaje para todas las partes interesadas y permitirá a la Comisión Europea recopilar información útil sobre las emisiones incorporadas para perfeccionar la metodología para el período definitivo, que comienza en 2026.
A partir de esa fecha, los importadores deberán comprar y entregar el número de certificados correspondientes a los gases de efecto invernadero incorporados en los productos importados.
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