Los países de la UE se comprometen a modernizar, estandarizar y reforzar las redes eléctricas, con el objetivo de incorporar más energías renovables, apoyar la electrificación, estabilizar los precios y aumentar la seguridad energética.
La inversión anual necesaria para la descarbonización del sistema productivo será de 67.000 millones de euros.
Los ministros de Energía de los países de la UE, reunidos en un consejo celebrado en Bruselas, adoptaron unas conclusiones en las que reconocen la importancia de actualizar las redes y apuntan la senda por la que avanzar.
"Las conclusiones del Consejo se alinean con este desarrollo y reflejan la ambición de la Unión Europea de ser más verde, competitiva y resiliente en el sector energético", declaró en un comunicado la ministra de Energía de Bélgica, Tinne Van der Straeten, cuyo país ostenta la presidencia rotatoria del Consejo de la UE.
La red eléctrica de la UE
El objetivo último pasa por "incorporar más energías renovables, apoyar la electrificación, estabilizar los precios y aumentar la seguridad energética", agregó la titular belga.
Los Veintisiete se comprometen a desarrollar una red eléctrica europea "coordinada, interconectada e integrada" que no se enfrente a problemas de "congestión" a medida que la electricidad tenga más peso energético en el sistema económico, en detrimento de los combustibles fósiles.
"Esta planificación debe combinarse con la coordinación ascendente de los planes nacionales a nivel regional y tener en cuenta las especificidades de las regiones que no están interconectadas o que no están suficientemente interconectadas", apuntan los países.
Los Estados miembros también invitaron a la Comisión Europea a "proponer un marco reforzado que asegure que la planificación y despliegue de la red cumpla con los objetivos climáticos y energéticos de la UE" para "aumentar la transparencia y la trazabilidad de todo el proceso de planificación y desarrollo de la red de transmisión".
Además, reclaman al Ejecutivo comunitario "que evalúe e identifique brechas y desarrolle medidas, si es necesario, para mejorar el marco de gobernanza a nivel de la UE en lo que respecta a la planificación, selección e implementación de infraestructuras transfronterizas, con el fin de asegurar un enfoque europeo y regional suficientemente integrado".
Infraestructuras críticas
Las capitales también quieren que Bruselas les ayude a "mejorar la seguridad del suministro eléctrico, centrándose en la preparación ante riesgos y teniendo en cuenta los riesgos específicos relacionados con algunas de las fronteras exteriores de la UE".
Los países, por su parte, también buscarán fórmulas para "fortalecer la cooperación con entidades a todos los niveles, con un enfoque en las amenazas híbridas y la infraestructura crítica".
Piden también que la Comisión analice "las necesidades reales de inversión" en redes y a buscar fórmulas para impulsar la financiación, además de acelerar las normas de concesión de permisos y reforzar la estandarización de la infraestructura eléctrica "para minimizar las interrupciones en la cadena de suministro", entre otros puntos.
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