Un equipo de ingenieros químicos del MIT ha descubierto una forma sencilla y de bajo costo para mejorar la captura de dióxido de carbono en industrias como la petroquímica, la del cemento y la de los fertilizantes. La propuesta consiste en añadir un compuesto químico ampliamente disponible a las soluciones utilizadas para absorber CO2, con el fin de aumentar su eficiencia y permitir que la liberación del gas capturado se realice a temperaturas mucho más bajas que las actuales.
El compuesto, conocido como tris —abreviatura de tris(hidroximetil)aminometano—, estabiliza el pH de las soluciones empleadas en la captura, lo que facilita absorber una mayor cantidad de CO2 sin necesidad de elevar drásticamente la temperatura. El nuevo sistema puede liberar el carbono retenido a solo 60 °C, muy por debajo de los más de 120 °C requeridos por los métodos convencionales. Esta reducción implica un ahorro energético considerable y abre la posibilidad de operar con calor residual industrial o incluso con energía solar.
“Es algo que podría implementarse casi de inmediato en equipos estándar”, afirmó T. Alan Hatton, profesor del MIT y autor principal del estudio. En la actualidad, apenas el 0,1% de las emisiones globales se captura y se almacena o convierte en otros productos debido, en parte, a los altos costes operativos de los métodos existentes.
La técnica tradicional utiliza soluciones con aminas o carbonatos, capaces de absorber CO2 por su alta alcalinidad. Sin embargo, a medida que el gas se incorpora, el pH desciende rápidamente y limita la capacidad de captura. Además, el paso más costoso del proceso sigue siendo la regeneración, que requiere calentar las soluciones a temperaturas superiores a los 120 °C para liberar el CO2 capturado.
Triplicar la cantidad de CO2 capturada
El equipo del MIT encontró que incorporar tris en una solución de carbonato de potasio actúa como un eficaz “amortiguador” del pH. El compuesto, presente en aplicaciones tan comunes como experimentos de laboratorio, cosméticos e incluso vacunas de ARNm contra la COVID-19, mantiene estable el pH al equilibrar la carga negativa de los iones que se forman durante la absorción. Esto permite triplicar la cantidad de CO2 capturada.








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