Mercados

Un año de PVPC, ¿para qué?

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El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro de Industria, José Manuel Soria.

El Gobierno del Partido Popular de Mariano Rajoy, que dice llamarse liberal, intervino el mercado eléctrico en diciembre de 2013. La subasta eléctrica vaticinaba una subida del orden del 10% para el primero de enero de 2014, y el Gobierno, ni corto ni perezoso, sorprendió a propios y extraños y decidió coger el toro por los cuernos y suspender la subasta, imponer una tarifa de cara a la galería hasta que finalmente se adoptara un nuevo sistema.

Tardó unos cuatro meses, y el 1 de abril nació la nueva tarifa regulada, el denominado Precio Voluntario del Pequeño Consumidor (PVPC). El ministro José Manuel Soria aseguró por activa y por pasiva que el nuevo sistema para fijar el PVPC permitiría ahorrar a los consumidores en sus recibos eléctricos gracias entre otras cosas a que se eliminaban intermediarios financieros, denominados por el propio ministro como manipuladores. Un término con el que increpó también a las propias empresas eléctricas y del que surgió una guerra dialéctica entre Unesa y el Gobierno.

Soria hizo que se investigara a fondo la subasta de diciembre de 2013, y las conclusiones de los informes son muy claras: es imposible saber si ha habido manipulación o no. El ministro se tuvo que tragar sus palabras. "La subasta fue una burda manipulación".

El caso es que el 1 de abril llegó el PVPC y llegaron las rebajas. El Gobierno asegura que la diferencia del precio del mercado real y los 48 euros MWh que impuso Industria se devolverá a los consumidores. Las eléctricas tuvieron que devolver 400 millones de euros a sus clientes. Y el Gobierno se jacta de ello porque dice que fue gracias a su intervención. Parece que no tuvo nada que ver que el primer trimestre de 2014 fue excepcional en lo meteorológico, es decir, que hubo viento y lluvia extraordinarios y que eso hizo desplomar el precio del mercado mayorista.

Pero para el Gobierno, lo importante es que se devolvió el dinero. Lo normal es que se devuelva si el precio real era otro. El colmo hubiese sido que no se hubiera hecho así.

Abril fue bueno, pero desde mayo hasta diciembre, con la excpeción de noviembre, el precio del mercado mayorista, base principal del PVPC, se ha incrementado mes a mes. Y en el primer trimestre del año también ha subido en enero y marzo. El resultado final es que el precio de la electricidad ha subido un 4% en los 12 meses que lleva de vida el PVPC.

En medio de todo ello, el Gobierno también quiso meter mano en el sistema ya que no le gustaba que en septiembre y octubre se disparara el precio. Abrió una investigación que no fue a ningún sitio. Como no llovía ni hizo viento el sistema tiró de carbón y otras tecnologías que encarecieron el precio. Cosas del mercado y del sistema que el propio Gobierno había sacado adelante.

¿No iba a ser mejor para el consumidor? ¿En qué, si sigue subiendo el precio de la luz? La OCU lo denunciaba la pasada semana y en este diario lo recogimos porque la asociación de consumidores tiene razón. El precio de la luz ha subido un 4,3% en los últimos 12 meses.

El pasado día 9 Soria ya no se regocijaba en el dato de que el PVPC había bajado el precio de la electricidad. Tiraba de otra excusa para intentar quedar bien. Según el ministro, el nuevo modelo de tarifa eléctrica o PVPC “ha sido mejor que cualquier otra oferta” en 2014, ya que los consumidores acogidos a esta tarifa han logrado un recibo en torno a “un 9% o un 10%” más barato que en las otras dos modalidades -mercado libre o precio fijo anual-.

Soria dice ahora que el PVPC es más barato que el resto de ofertas. Será de la media, porque hay ofertas en el mercado libre que son más baratas que la tarifa regulada. Para el consumidor ha servido de poco.

¿Y el mercado? Pues parece que sigue sin haber mercado. El sistema de demanda y oferta depende, y mucho, de la generación y por lo tanto de su coste, y por ende, de la meteorología. Si llueve y hace viento el precio baja, si no pues sube. A esto se ha reducido el sistema. Lo demás da igual. Un país como España, donde las lluvias son más bien escasas en buena parte de su territorio dependen de las mismas para tener un precio de la electricidad más bajo. Así es difícil.

Pero el colmo es el precio fijo del recibo eléctrico. Ese en el que el consumidor paga cada vez más y no sabe por qué. La transparencia es escasa, por mucho que el Gobierno haya obligado a explicar a los consumidores cómo es la nueva facturación.

Por cierto, que en 2014, junto al PVPC llegó el anuncio del Gobierno de que los consumidores podrán controlar su consumo gracias a la facturación por horas, un sistema con el que el Gobierno pretendía que el usuario ahorrara en sus recibos, pero que un año después ni se le ha visto, aunque parece que sí se le espera. El 1 de enero de 2015 ya debería estar en funcionamiento. Al final se extendió hasta el 1 de abril. Y estamos a día 13 y todavía no se sabe nada. Como pronto hasta el 1 de julio no será efectiva la facturación por horas,y habrá que ver si finalmente el usuario ahorra energía, porque lo verdaderamente complicado es levantarse a las cuatro de la mañana para poner la lavadora, es decir, cambiar el hábito de consumo eléctrico.

Ha pasado un año desde la puesta en marcha del PVPC y parece, desde el punto de vista del consumidor, que todo sigue igual. O incluso peor. Por no hablar del papel del regulador, la CNMC, que cada día pinta menos, y no lo dice este diario, lo dice la propia Comisión.

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