El Ministerio de Finanzas griego ha publicado datos que desvelan que una de cada tres gasolineras del país podrían tener "trucadas" sus bombas para cobrar más combustible del que verdaderamente ponen en el tanque de los clientes.
Según el ministerio estas gasolineras fraudulentas llegan a ganar entre un 5% y un 11% más a través esta práctica, descubierta gracias a un coche especial que lleva instalado un sistema capaz de detectar la gasolina que entra en el depósito.
Entre los métodos -descubiertos en el pasado en Grecia- para engañar a los clientes está el de insuflar aire a la vez que gasolina, algo que los medidores de los vehículos comerciales no detectan.
El Gobierno envió este vehículo especial a estaciones de servicio de Korydalós, Tavros, Keratsini y Níkea, todas ellas zonas al oeste de Atenas.
Según cálculos preliminares del ministerio cada conductor puede perder entre 3,5 y 8 euros por cada 50 litros de gasolina sin plomo por esta práctica.
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