Según WEC, España ha conseguido ajustar y desarrollar la red eléctrica para incorporar de manera masiva la electricidad procedente de fuentes renovables, alcanzando el 41,7% de la demanda total de electricidad en el año 2014. La solar y la eólica representaron el 28,3% de la potencia eléctrica instalada total a finales de ese año.
La cal. Sin embargo, reflejan que este intenso crecimiento implicó un coste adicional significativo a causa de los incentivos ofrecidos a estas tecnologías (primas), lo que contribuyó de manera significativa a generar un déficit de tarifa en el sistema eléctrico, que amenazaba su desarrollo sostenible. El WEC calcula que el coste generado por las renovables superó los 43.000 millones de euros.
Desde mediados de 2013, se llevó a cabo una reforma integral de todas las actividades reguladas del sistema eléctrico con el objetivo de corregir este desequilibrio. La reforma, continúa diciendo, ha permitido eliminar el déficit de tarifa junto con una reducción progresiva de los precios al consumidor. Por último advierte de la necesidad de aumentar el nivel de interconexión con el resto de Europa con el fin de integrar la producción de renovables españolas, así como para garantizar la seguridad del suministro y mantener el correcto funcionamiento del sistema.
Producción
Otro tema que trata el informe donde destaca España es la producción de las plantas y su eficiencia. Así, las mayores horas equivalentes de funcionamiento a potencia máxima (la producción total de electricidad por año dividido por la capacidad instalada) para las instalaciones eólicas se encontraron en Dinamarca y Reino Unido, con alrededor de
2.800 horas (factor de carga del 32%).
Mientras que para las plantas de energía solar fotovoltaica, España tiene alrededor de 2.500 horas de funcionamiento (un factor de carga del 28%), el mejor dato de la treintena de países estudiados.
Otra de las conclusiones es la posible repercusión que tienen las renovables en el sistema eléctrico nacional. Destaca que en general Alemania y Dinamarca tienen una capacidad instalada renovable prácticamente equivalente al 100% de la demanda pico máxima, seguidos por España al 70%, y por Portugal, Rumania, Uruguay e Italia, con cerca de un 50%. El porcentaje podría ser aún superior teniendo en cuenta los períodos de baja demanda.
El estudio ha recogido datos de 32 países de todos los continentes, cuya suma representa el 89% del total de la capacidad renovable instalada en el mundo y el **87% de la producción eléctrica global: **Argelia, Brasil, China, Colombia, Dinamarca, Ecuador, Egipto, Francia, Alemania, India, Indonesia, Irlanda, Italia, Japón, Jordania, Kazajstán, Corea, México, Nueva Zelanda, Nigeria, Filipinas, Polonia, Portugal, Rumania, Rusia, Sudáfrica, España, Tailandia, Túnez, Reino Unido, EE.UU. y Uruguay.
El informe refleja una evolución que ya es evidente. En 2015 las energías renovables intermitentes (eólica y solar sobre todo), ya representaban un 30% de la capacidad instalada de la energía total, y su producción de electricidad era del 23%. Y todo gracias a que en los últimos 10 años su evolución ha sido espectacular. De los 814 GW de 2004 hasta los 1.712 GW a finales de 2014. En esta última década, la solar ha crecido en un 50%, mientras que la eólica lo ha hecho en un 23%.
Además señala los cuatro primeros países con los valores absolutos más altos de capacidad instalada de energía solar fotovoltaica a finales de 2015: China (43 GW), Alemania (40 GW), Japón (33 GW) y Estados Unidos (26 GW). En el caso de producción fotovoltaica respecto a la producción total nacional, Italia es líder con un 9%, seguido por Alemania, con el 6%.
Si se observan los valores absolutos combinados de renovables (fotovoltaica más eólica), los primeros fueron China (188 GW), Estados Unidos (98 GW), Alemania (85 GW) y Japón (36 GW).
Y a todos estos datos, se le añade la cifra de inversiones realizadas en 2015: 286 millones de dólares para 154 GW renovables en todo el mundo, de los cuales el 36% fue a parar a China.
Fijación de precios
Uno de los capítulos del informe es la comparativa de precios de las subastas o sistemas de fijación de precios de los diferentes mercados nacionales.
Los precios más bajos para la eólica y la solar se registraron en Egipto (41 $/MWh) y Dubai (60 $/MWh) respectivamente. En el primer trimestre de 2016, se han bajado aún más los precios en las subastas en América Latina, África y Oriente Medio, por bajos CAPEX y OPEX regionales y factores de carga extremadamente altos para la eólica y la solar.
La capacidad eólica en ciertas ubicaciones de Marruecos, Egipto, Noreste de Brasil, México o Estados Unidos, que son en promedio del 50% o incluso superior, han presionado a la baja las tarifas de subastas, llegando a los 28 $/MWh en Marruecos, 38 $/MWh en Perú y entre 40-55 $/MWh en Egipto, México, Sudáfrica y Brasil. Obviamente, no es posible replicar estos precios en los países de la Europa continental.
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