La Unión de Empresas Siderúrgicas (Unesid) estima que España necesita una política industrial que permita a las empresas ser "competitivas" dentro del "exigente" entorno económico mundial, por lo que ha pedido al Gobierno y a los partidos políticos firmar un pacto de Estado por la Industria.
La asociación ha afirmado que la política industrial debe ser "horizontal" y es "preciso" que se relacione con los retos ambientales y energéticos a los que se enfrenta actualmente la sociedad.
En palabras del presidente de Unesid, Bernardo Velázquez, en este contexto, es "necesario" demandar un precio "justo" y "competitivo" de la energía para España, ya que la industria siderúrgica es el principal consumidor de energía eléctrica y se necesita disponer del suministro a un precio "estable" y "predecible", con el fin de que España sea un país "tan competitivo" como los de su alrededor.
El director general de Unesid, Andrés Barceló, ha insistido con datos y ha señalado que el precio en el mercado mayorista de electricidad en Alemania en 2017 fue de media 13,8 euros megavatio/hora (Mwh) más barato que el español, por lo que es "preciso" afrontar la situación y adoptar medidas destinadas a evitar esta diferencia.
PIDE MEDIDAS DE SALVAGUARDA A LA UE
Por otro lado, Unesid ha solicitado a la Comisión Europea medidas de salvaguarda que impidan que se produzca una avalancha indiscriminada de importaciones procedentes de países y empresas que hayan visto cerrado su acceso al mercado norteamericano. En palabras de su presidente: "hay países que están exportando a Estados Unidos que pueden ver cerrado el mercado y los flujos comerciales podrían ser desviados a Europa o España, lo cual supondría un problema para el sector".
Aun así, Velázquez ha querido mostrar su positividad hacia la industria española y ha asegurado que la siderurgia en España es un sector "muy preparado" que siempre ha luchado "muy bien" en el mercado.
EL CONSUMO DE ACERO EN ESPAÑA CRECIÓ UN 8%
Paralelamente, Unesid ha presentado los resultados del ejercicio 2017 y las tendencias de 2018 para la industria siderúrgica en España, los cuales reflejan un año "mejor de lo esperado", según Velázquez, ya que por una parte se apoyó en el crecimiento de la economía española (3,1% interanual) y, por otra, en el entorno internacional para tener mejores condiciones de mercado y para facilitar las exportaciones de algunos de los sectores consumidores de acero.
En consecuencia, la asociación señala que el consumo de acero en España creció un 8% en 2017 y se situó en 13,6 millones de toneladas, especialmente impulsado por el sector de la construcción y con una evolución parecida en los productos planos, con 9,1 millones de toneladas, y en los largos, con 4,5 millones.
Por otro lado, la producción, que alcanzó los 14,4 millones de toneladas, fue un 5,7% más que la del ejercicio anterior. De esta cifra, 12,8 millones corresponden a los aceros no aleados, mientras que se produjeron un millón de toneladas de acero inoxidable y 0,7 millones de otros aceros aleados.
ESPAÑA, DE PAÍS EXPORTADOR A PAÍS IMPORTADOR
El volumen de importaciones alcanzó los 9,9 millones de toneladas, un 5% más que en el año anterior. Por otro lado, las exportaciones cayeron un 6% en 2017.
A pesar de este cambio en la balanza comercial, el valor monetario del saldo comercial sigue siendo positivo en 187 millones de euros, siendo el resultado de 7.379 millones de euros de exportaciones y 7.191 millones de importaciones.
TENDENCIA POSITIVA EN LOS PRIMEROS MESES DE 2018
En los cinco primeros meses de 2018, la producción ha subido un 1,5% y las entregas han empezado con más fuerza, creciendo un 9%. El tono del mercado sigue siendo "positivo", según Unesid.
Las toneladas exportadas de productos siderúrgicos y de primera transformación han cambiado su signo a positivo, subiendo un 4,7% interanual entre enero y abril. Este ascenso se debe, de momento, al destino europeo, que ha mejorado un 7,3%, mientras el resto se mantiene estable. Sin embargo, las exportaciones a Estados Unidos han empezado a caer en febrero, con lo que se acumula un descenso del 20,5% en los cuatro primeros meses del año, incluso antes de haberse comenzado a aplicar los aranceles.
Por otra parte, las toneladas importadas han crecido un 1,5% y su evolución próxima dependerá del impacto que tenga en los mercados mundiales la nueva situación creada por la Administración norteamericana.
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