Analizamos en profundidad uno de los modelos que más repercusión están teniendo en este 2024: el Omoda 5 ha irrumpido con fuerza sostenido en diseño, habitabilidad y, sobre todo, precio
El modelo que hoy probamos es el nuevo Omoda 5 y es el SUV que más fuerte lo está pegando del último año. Viene de China, de dónde si no, y esta prueba de El Periódico de la Energía, canal, vamos a desgranarlo en profundidad, con todas sus bondades y defectos, para entender buena parte de su éxito.
Este SUV es el primero de una larga lista de productos que la firma china tiene previstos para esta década. Aterriza en el segmento de mayor demanda comercial del momento, los todocaminos compactos, y lo hace con un precio de venta especialmente agresivo, aunque para conocerlo tendrás que esperar todavía un poco más. Lo que sí es evidente es que desde su aterrizaje en España en febrero, ya se han comercializado más de 4.000 unidades, a un ritmo de casi 800 mensuales, una auténtica barbaridad.
Si entramos ya en materia puramente de producto, el Omoda 5 (nombre que proviene de juntar la letra ‘O’ como concepto de positividad y oxígeno, con ‘moda’ en relación a la modernidad), estamos ante un coche que mide 4,40 metros de largo por 1,83 de ancho y 1,58 de alto en el que sobresalen detalles como la línea coupé de su carrocería que, a nosotros nos recuerda a la vista el Nissan Ariya (prueba); la calandra, de generosas dimensiones y con un tramado cromado que además de elegancia le aporta robustez;o la posibilidad de combinar varios tonos a lo largo de la carrocería, como se ve en los detalles en rojo de las llantas, de 18 pulgadas por cierto, o los 8 tonos de carrocería a los que suma tres bicolor con el techo en negro o blanco
El resto lo conforman detalles como los faros posteriores con luz digital en forma de piano, unos paragolpes robustos y un alerón bastante llamativo. Por su parte, la gama se estructura en dos niveles de acabado, Confort y Premium, siendo este último el que estás viendo en la prueba y dotado, lógicamente, de un mayor equipamiento.
Amplio y de calidad
En el interior el Omoda 5 suprime de golpe y plumazo el concepto de que los coches chinos son baratos y austeros. Este SUV hace gala de una calidad notable gracias al uso de materiales blandos y de ajustes particularmente , sobre todo en zonas como el túnel central. Su presencia aumenta además gracias a la digitalización representada con una doble pantalla conectada bajo un mismo marco (a estilo de los últimos BMW) y que ofrece una diagonal conjunta de 20,5”, pues cada una tiene un tamaño de 10,25”. Los comandos físicos brillan casi por su ausencia aunque bajo el monitor central, que por cierto ofrece un manejo regulero a excepción del asistente vocal que sí es rápido, se coloca una tira táctil con funciones destinadas a la climatización. Si seguimos más abajo, vemos una enorme superficie tapizada en terciopelo destinada a la carga inductiva para móviles, con una potencia de 50 W y, además, refrigerada.
Entrando en aspectos mejorables, no busques un sistema de navegación pues no lo trae, ya que desde Omoda, como en otras marcas, han pensado que si quieres tener esta función, conectes tu teléfono móvil. En cuanto al cuadro de instrumentos, es digital sí y tiene varios menús, pero cuando estás conduciendo de manera automática vuelve al de los asistentes, lo que resulta bastante engorroso cuando estás circulando. El sistema de música es Sony, genial, pero nos ha parecido que no ofrece una calidad de sonido a la altura de la firma japonesa que es, se desprende como muy metálico.
Por último, la posición de conducción nos ha parecido demasiado elevada, sobre todo si sobrepasas el 1,85 metros de estatura, que ya empezarás a tocar con la coronilla en el techo, más aún en el caso del copiloto, donde no hay regulación alguna en este aspecto. Ya que hablamos de habitabilidad, la zona trasera es quizá otro punto a mejorar, pues si bien hay espacio de sobra para colocar a dos adultos, algo típico en este segmento, lo cierto es que si mides más de 1,80 metros ya irás algo incómodo. Esto se debe a la caída del techo y a que la posición de las rodillas es demasiado elevada. Lo bueno, es que contamos con elementos de confort como tomas de aire o puertos USB. Sin embargo, donde peca un poco más es en el maletero, pues los 370 litros sí están en línea de modelos como el Toyota C-HR, se quedan cortos en comparación con otros como el propio Formentor (450), el Hyundai Kona (466) o incluso el Nissan Qashqai (504).
Cómodo pero poco emocionante
Llegamos al punto más deseado, saber cómo va el Omoda 5. Aquí el regusto final ha sido agridulce porque si bien el motor de gasolina 1.6 Turbo de 185 CV y 290 Nm responde con bastante solvencia mostrándose muy vivo desde un régimen bajo de revoluciones, en el apartado dinámico, este SUV tiende a ser demasiado blando y subvirador. Yendo por partes, este bloque se combina con una caja de cambios de doble embrague y siete relaciones desarrollada por Detrag, que igualmente nos ha parecido que tiene un funcionamiento suave y rápido, pues de hecho cifra un 0 a 100 km/h de 7,8 segundos.
Sin embargo, su comportamiento nos deja algo fríos. Primero, porque la dirección apenas transmite información y segundo porque no da muestras de tener una pisada aplomada y firme, sino que se ha mostrado como un coche que balancea demasiado y es muy rebotón. Ello resta confianza a la hora de afrontar un tramo con curvas, escenario en el que tampoco ayuda el hecho de equipar unos neumáticos Giti si es que te toca porque lo bueno es que nuestra unidad sí equipaba unos Michelin Primacy e4 que aportan más agarre.
Por terminar con un punto que quizá muchos piensen que es débil, hablamos del consumo. Y es que aquí Omoda es igualmente realista ya que el Omoda 5 homologa un gasto medio de 7,8 l/100 km que si bien fueron difíciles de conseguir en conducción real y cotidiana durante la primera toma de contacto, con cerca de 9 l/100 km, durante esta prueba hemos incluso conseguido valores menores, de unos 7,2 l/100 km. Eso sí, cuando abusas del programa Sport, el gasto puede disparar por encima de los 10 l/100 km.
Pero quien no quiera adelantarse a la norma de 2035 y abrazar la electrificación, ha de saber que pasado el verano ya estará disponible el Omoda 5 EV, con un rendimiento de 150 kW (204 CV) y un par máximo de 340 Nm. Gracias a ello, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 7,6 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 172 km/h. Pero como es un eléctrico hay que hablar de autonomía y en este caso se alimenta de una batería de 61,05 kWh de capacidad, que homologa una autonomía de 430 km (según el protocolo WLTP). Se puede recargar del 30 al 80% en un tiempo estimado de entre 3 a 4 horas (con corriente alterna en una toma de 11 kW) o en 28 minutos (con corriente continua a 80 kW).
En definitiva
Omoda aprende rápido, muy rápido, porque si bien seguramente hayas visto desde septiembre del año pasado algún Omoda 5, la realidad es que esas primeras unidades no eran sino un pre-test para ver cómo respondía el público. De hecho, en estos casi 12 meses, el Omoda 5 que hemos conducido ha evolucionado y lo seguirá haciendo tras el feedback de los periodistas a la marca (como es el caso de los neumáticos). La firma china aterriza con fuerza y no solo por un producto que además consiguen ofertar con un precio de derribo, sino porque gracias a la adquisición de los terrenos de la Zona Franca, el resto de Omoda y Jaecoo que lleguen, se ensamblarán en dicha línea de montaje, reduciendo más los tiempos de espera y alineándose más aún con los estándares de calidad europeos.
En cuanto a su tarifa, este Omoda 5 es como te hemos dicho, un coche que no pasa desapercibido porque los 27.900 euros de los que parte son inigualables por sus rivales, más aún con el equipamiento asociado al nivel Comfort. Un nivel que con la financiación se queda en 22.900 euros y una cuota de 149 euros mensuales. Pero ojo, porque si quieres dar el salto a este Omoda 5 Premium, los 2.000 euros de sobrecoste no son excesivos y de hecho la firma china confía en que dicho nivel aglutine el 90% de las ventas. Como guinda, tenemos los 7 años de garantía o los 150.000 km. Y para quien quiera entrar en la electrificación, que no se olvide del Omoda 5 EV, pero ese es otro tema que ya abordaremos igualmente en este canal.
El Omoda 2025, a punto
Si al final de la prueba te decíamos que Omoda va rápido, muy rápido, aquí tenéis la prueba ya que la firma china acaba de presentar el Omoda 2025 que es otra actualización más, la segunda en menos de un año, del modelo. En este caso, viene con un interior diferente y algunos detalles estéticos y prácticos identificativos pero, sobre todo, con una mecánica inédita. En este aspecto hablamos de un propulsor de gasolina Euro6E de la misma cilindrada que el probado, pero con una potencia de 145 CV y un par motor de 275 Nm. Su consumo oficial combinado se queda en 7l/100 km y sus emisiones descienden ahora hasta los 159 g/km (WLTP).
En el habitáculo, la consola central es flotante y consta de un segundo módulo claramente diferenciado, mientras que en el exterior aparecen elementos como el nombre de la marca en el centro de las ópticas traseras, se añade un apéndice aerodinámico sobre el portón, se incluyen de serie unas nuevas llantas de 18” con baja resistencia al viento, neumáticos marca Kumho y hay y nuevas configuraciones cromáticas de carrocería. También trae de serie barras en el techo para cargar equipaje y sensores de aparcamiento más eficaces en la parrilla delantera. En el Omoda 5 2025, el acabado de acceso (Comfort) sube un escalón y se aproxima más que nunca al acabado tope de gama (Premium), aunque ambos mantienen sus precios. Las primeras unidades llegarán durante comienzos de noviembre.
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