Abengoa ha anunciado la efectividad de su contrato de reestructuración, con lo que está previsto el cierre de la operación este mismo viernes una vez que se emitan los nuevos instrumentos, y ha llegado a un acuerdo con los impugnantes de la deuda financiera objeto de reestructuración en 2017 con los que mantenía abiertos litigios.
Según informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el agente de la reestructuración ha confirmado este jueves que se ha producido la fecha efectiva del contrato, firmando todos los documentos de la reestructuración.
Además, el grupo de ingeniería y energías renovables indicó que se ha obtenido un informe por un experto independiente que confirma que la operación de emisión del bono convertible de 'A3T' considerada en su conjunto es razonable para las partes implicadas desde el punto de vista financiero, teniendo en cuenta tanto la valoración del propio activo como del resto de instrumentos relacionados.
Asimismo, la compañía señaló que en el marco del contrato de reestructuración se ha llegado a un acuerdo con los impugnantes de la deuda financiera objeto de reestructuración en 2017 que aún no estaban resueltos para la refinanciación de esta deuda como parte de los instrumentos de 'senior old money', en los términos previstos en el contrato de reestructuración.
Acuerdo con los impugnantes
Abengoa afirmó que, en algunos casos, la deuda real hasta el momento titularidad de los impugnantes será asumida por Abengoa Abenewco 2bis y posteriormente canjeada por bonos convertibles SOM (SOM Convertible Bonds), por un importe aproximado de 76,594 millones de dólares (unos 68,76 millones de euros) y 76,981.335 millones de euros, más un importe adicional de carácter contingente a determinar en función de eventualidades futuras.
En otros supuestos la deuda ha sido transada mediante la aplicación de pagos o compromisos de pago, quitas y esperas, por un importe aproximado de 23 millones de euros.
La compañía presidida por Gonzalo Urquijo valoró que estos acuerdos transaccionales "permiten eliminar el riesgo hasta ahora existente derivado de las reclamaciones".
De esta manera, Abengoa rubricará el acuerdo de reestructuración financiera que anunció el pasado mes de marzo, que recogía la inyección de dinero nuevo por un importe máximo de 97 millones de euros que darían derecho a la conversión en hasta el 99% de las acciones de A3T Luxco 2, así como el otorgamiento de nueva liquidez a favor de Abenewco 1 en forma de una nueva línea de avales sindicada por un importe máximo aproximado de 140 millones de euros, con la garantía de ciertas sociedades del grupo y en términos similares a los de la línea de avales existente.
Asimismo, el acuerdo también supone la implementación de una reestructuración societaria en virtud de la cual la sociedad Abenewco 2 aporte, mediante una aportación no dineraria, a Abenewco 2 Bis la totalidad de las acciones de Abenewco 1 titularidad de Abenewco 2, representativas del 100% del capital social de Abenewco 1.
Como consecuencia de la aportación, la sociedad será el accionista único de Abenewco 2, la cual será el accionista único de Abenewco 2 Bis, que a su vez será titular de todas las acciones de Abenewco 1 actualmente titularidad de Abenewco 2.
Además, se llevarán a cabo una o varias emisiones de bonos convertibles por Abenewco 2 Bis por importe nominal total de 1.423 millones de euros más el importe de la deuda contingente que se hubiera cristalizado antes del cierre de la transacción, cuyo importe máximo es de 160 millones de euros; y un importe a acordar correspondiente a la deuda de los impugnantes, y una duración inicial de cinco años.
Pérdidas de 1.498 millones en 2018
En 2018, Abengoa registró unas pérdidas de 1.498 millones de euros, frente a ganancias de 4.278 millones de euros en el ejercicio anterior, debido principalmente al efecto de incluir la deuda 'New Money 2' y 'Old Money' a valor de reembolso, parcialmente compensados por la venta de su participada Atlantica Yield.
No obstante, el grupo de ingeniería y energías renovables señaló que este efecto sería revertido al finalizar la reestructuración financiera y la deuda volvería a registrarse a valor razonable.
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