Abengoa ha presentado hoy en el Juzgado de lo Mercantil nº2 de Sevilla la solicitud de homologación del contrato de espera o "standstill" que ha recibido el apoyo del 75,04% de los acreedores financieros a los que se dirigía, superando con ello las mayorías requeridas por la ley (60%).
Con ello, la compañía logra un tiempo adicional antes de presentar el plan de reestructuración y culmina con un 15,04% más de apoyos este primer paso necesario antes de lanzar el acuerdo definitivo con el que evitará el mayor concurso de acreedores de la historia de España.
Conforme a este contrato de espera, podrán adherirse nuevos acreedores hasta la fecha en la que el juez se pronuncie, por lo que el porcentaje de apoyos podrá incrementarse en los próximos días, tal y como ha señalado la compañía sevillana a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
El contrato de espera permitirá a la compañía dejar en suspenso el ejercicio de determinados derechos de resolución y vencimiento anticipado de financiaciones, según ha explicado en un comunicado.
En paralelo, Abengoa también presentará, como parte del proceso de reestructuración de la compañía, las solicitudes de Chapter 11, para aquellas sociedades que están presentes en EEUU, y Chapter 15 para todas las sociedades, con el objetivo de hacer extensiva la protección y homologación del acuerdo en este país.
"Este es un paso clave en el proceso de reestructuración de Abengoa y permite a la compañía llevar a cabo el Plan de Viabilidad Económica y Financiera propuesto y que ya ha sido aceptado por los acreedores financieros, retomar el negocio con estabilidad y proteger su posición de liderazgo en los sectores de energía y medioambiente", ha subrayado el grupo.
Asimismo, la compañía ha agradecido el apoyo recibido y la confianza depositada durante este tiempo por sus empleados, acreedores, proveedores, clientes o asesores.
Gracias a esta colaboración, ha añadido, la compañía será capaz de garantizar un negocio sólido y un nuevo marco operativo estable, sobre el cual crear valor y maximizar su tecnología y su cartera, generando retorno económico para todos a largo plazo.
De hecho, ha subrayado que trabaja "intensamente" para cumplir con los objetivos establecidos en el redimensionamiento de la compañía, así como para dotarla de la seguridad financiera necesaria y la gestión que permitan el desarrollo de su potencial operativo y financiero, así como su crecimiento y la generación de beneficios.
La reestructuración de la compañía -que ha apurado los cuatro meses que prevé la ley para lograr un acuerdo con sus acreedores que evite el concurso de acreedores- dibuja una empresa más pequeña, centrada en la ingeniería y construcción, que se desprenderá de una serie de activos no estratégicos, entre ellos la división de biocarburantes de primera generación.
En el marco de este proceso, el pasado martes Abengoa y un grupo de fondos llegaron a un acuerdo para la concesión de una línea de liquidez de 137 millones de euros para satisfacer sus pagos urgentes con empleados y proveedores, con vencimiento en septiembre y un interés inicial anual del euribor más el 14,5 %.
También será necesaria una inyección de capital de entre 1.500 y 1.800 millones, que concederá a los nuevos acreedores el 55% de la compañía, es decir, su control. Un grupo de fondos ya ha avanzado su compromiso con la suscripción de más de 1.000 millones con este fin.
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