Política energética

Las viviendas con calderas de gas convencional no podrán acceder a subvenciones

Los Veintisiete tendrán dos años para trasponer la nueva Directiva de Eficiencia Energética

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Las viviendas con calderas de gas no podrán acceder a programas de ayudas en los próximos años. Tal y como indica la nueva Directiva de Eficiencia Energética, publicada el 20 de septiembre, las viviendas que quieran acceder a programa de ayudas para el ahorro energético deberán ir abandonando la quema de gas natural para sus calderas de calefacción y agua caliente. Además, a partir de ahora los países de la Unión Europea tendrán dos años para trasponerla.

De esta manera, el ahorro acumulativo de energía final fijado para cada país es del 0,8% desde 2021 hasta finales de 2023, del 1,3% a partir de 2024, del 1,5% a partir de 2026 y del 1,9% a partir de 2028 hasta 2030.

La Comisión Europea propone prohibir las calderas de combustibles fósiles a partir de 2029

En la Directiva señalan también que desde 2024 "no se contabilizará a efectos del cumplimiento de la obligación de ahorro de energía" que provengan de las medidas de actuación que se hayan implementado desde esa fecha que impliquen combustión directa de combustibles fósiles. Esto implica que podrán haber alternativas para las instalaciones de gas natural, como la utilización de gases renovables, como el biometano o el hidrógeno 'verde', y así alargar su vida útil.

Y en el caso de las nuevas edificaciones, la instalación de calderas de gas dejará de estar subvencionada a partir de 2026, con excepciones en algunas industrias intensivas, que tendrán de margen hasta finales de 2030.

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Demanda

La calefacción y la refrigeración representan aproximadamente la mitad del consumo mundial de energía. Además, son responsables de más del 40% de las emisiones de dióxido de carbono relacionadas con la energía.

Según un informe de IRENA (International Renewable Energy Agency), sólo un tercio de las personas que viven en climas cálidos poseen aparatos de refrigeración. De esta manera, se espera que la demanda de energía para calefacción y refrigeración se dispare, especialmente con el aumento de las temperaturas globales.

Las bombas de calor: vitales para transformar la calefacción y la refrigeración

Así, la agencia considera que las bombas de calor impulsadas por electricidad altamente eficientes serán vitales, sobre todo para calentar espacios y agua en edificios donde la refrigeración está electrificada.

Con el objetivo puesto en no superar los 1,5ºC la temperatura del planeta, la hoja de ruta de IRENA hacia la neutralidad sugiere que se deben instalar casi 800 millones de unidades de bombas de calor adicionales para 2050. Esto representa multiplicar por 14 los aproximadamente 60 millones de unidades instaladas a día de hoy.

Según declaran desde la agencia, esto allanaría el camino para una ampliación significativa de los servicios de red proporcionados por esta tecnología altamente eficiente.

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