Ningún comentario La demanda mundial de gas, que estuvo prácticamente estancada el pasado año, crecerá un 2,5% en 2024, según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), por un invierno que no se espera tan excepcionalmente suave como el de 2023 y por el efecto de unos precios más contenidos.
Ese incremento del consumo vendrá de la mano en particular de la región Asia-Pacífico, donde se acelerará la progresión hasta casi el 4% (se limitó al 2,5% en 2023), y en parte también de Europa, donde se prevé una recuperación del 3%, tras el bajón del 7 % de este año.
Las previsiones en la demanda de gas
En un informe publicado este viernes, la AIE destaca que de todas formas la demanda en Europa seguirá siendo un 20% inferior a la de 2021, antes de que se dejara sentir el impacto de la guerra en Ucrania con la escalada de los precios y los problemas de aprovisionamiento por un importante cierre del grifo de los gasoductos por parte de Rusia.
En cualquier caso, el uso de gas para la producción de electricidad en Europa va a seguir disminuyendo, cerca del 10% en 2024, lo que pone en evidencia una tendencia estructural por la cada vez mayor entrada en servicio de instalaciones de energía renovable, a lo que se añade de forma coyuntural una mayor disponibilidad de los reactores nucleares en Francia.
El mayor consumo vendrá de la utilización residencial y comercial, así como en la industria, gracias en este último caso a unos precios más moderados.
Los autores del estudio recuerdan que a mediados de enero en el mercado TTF de referencia en Europa la perspectiva de cotización para 2024 era de unos 10 dólares por Mbtu (la unidad de medida estándar), lo que significa un 20% inferior a la de 2023, pero bien por encima de los niveles previos a la crisis de Ucrania.
La demanda subirá este año un 1,5% en Norteamérica y un 1% en Centroamérica y Sudamérica.
Por el lado de la oferta, la agencia augura que el mercado estará tenso en 2024, como en 2023, con una progresión del gas natural licuado (GNL, el que se transporta por barco) del 3,5%, algo superior al 2% de 2023, pero muy por debajo de las progresiones anuales del 8% que se habían dado en el periodo 2016-2020.
El pasado año Estados Unidos se convirtió en el primer exportador mundial de GNL con 116.000 millones de metros cúbicos y por sí sólo supuso un 80% del aumento mundial. Se quedó por delante de los 106.000 millones de metros cúbicos de Australia y Qatar. Los tres países juntos representaron más del 60 % del GNL global.
Para 2024, la AIE cree que Estados Unidos y México aportarán en torno a una cuarta parte de toda la subida de la oferta, menos de lo que había anticipado. Un tercio vendrá de África.
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