La Agencia Internacional de la Energía (AIE) cifra en 75.000 millones de dólares el coste para reducir en un 75% las emisiones de metano asociadas a la industria petrolera y gasística hasta 2030 y subraya que financiar esa transición representa apenas el 2% de los ingresos del sector en 2022.
En el informe publicado este martes de cara a la COP 28 de Dubai de finales de año, dedicado a cómo sufragar esta reducción del gas metano, la agencia con sede en París realza que lograr esa disminución del 75% del metano generado por el sector de los hidrocarburos es "uno de los objetivos más importantes" para frenar el calentamiento del planeta.
"El metano es responsable de cerca del 30% del aumento de las temperaturas desde la Revolución Industrial", señala la AIE, que hace notar que la actividad energética representa el 40% de las emisiones de metano producidas de origen humano, casi al mismo nivel que la agricultura.
La inversión en emisiones de metano
La industria petrolera y gasística es, además, la que dispone de "más margen para reducir esas emisiones en el corto plazo", en concreto en 80 millones de toneladas.
La AIE precisa que las inversiones necesarias para la reducción de metano varían según las regiones: unos 34.000 millones de dólares en países de rentas altas; 27.000 millones en los de media-alta; 13.000 en los de media-baja; y 3.000 en los de baja.
Estados Unidos destaca como uno de los países analizados que debe esforzarse más: 22.000 millones de dólares hasta 2030.
"Esta reducción puede, además, generar beneficios de 45.000 millones por la venta de la captura del metano", señala el organismo, como un argumento más para poner en marcha esa transición.
La AIE considera que son las empresas de petróleo y de gas las que tienen que asumir la mayor parte del coste de ese recorte y que el esfuerzo es conciliable, teniendo en cuenta las ganancias colosales del sector.
"Las empresas petroleras y de gas lograron beneficios récord en 2022. Esa industria duplicó sus beneficios globales hasta cerca de 4 billones de dólares. Solo el 2% de esa cantidad, sería suficiente para sufragar las medidas de reducción de metano, incluyendo a su cadena de distribución", afirma.
También apunta a los marcos de regulación nacionales para incentivar la reducción del metano, como los puestos en marcha en Noruega, con su impuesto a este gas, medida en la que también se han inspirado Estados Unidos en su "Inflation Reduction Act" (IRA), así como Canadá, otro gran país petrolero.
Dentro de las medidas positivas que ha aplicado la propia industria, la AIE cita a la compañía petrolera española Repsol, que fue pionera en 2017 al emitir 500 millones de euros en bonos verdes a cinco años que incluían acciones para mitigar la emisión de metano.
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