El aumento de la inversión en energía limpia en África requiere medidas "urgentes" para reducir los costes de financiación e impulsar el acceso al capital, según un informe publicado en Nairobi por la Agencia Internacional de la Energía (AIE) y el Grupo del Banco Africano de Desarrollo (BAfD).
El informe, titulado "Financiación de la energía limpia en África", fue presentado por el director ejecutivo de la AIE, Fatih Birol, y el presidente del BAfD, Akinwumi Adesina, en un acto en la Cumbre del Clima de África (ACS), que celebra este miércoles su tercera y última jornada en la capital keniana.
Aunque África representa casi el 20% de la población mundial y tiene amplios recursos, es sólo el destino de alrededor del 2% del gasto mundial en energía limpia, de acuerdo con el estudio.
La inversión energética global en el continente se ha topado con dificultades en los últimos años, como riesgos reales y percibidos que afectan a proyectos en África y mayores costos de endeudamiento tras la pandemia de covid-19 y la guerra de Rusia en Ucrania.
La producción renovable de África
Esa situación implica la disponibilidad de un limitado capital asequible para la producción de energía limpia en África.
Según el informe, el costo de capital para proyectos de energía limpia a escala comercial en el continente es al menos dos o tres veces mayor que en las economías avanzadas, lo que impide el desarrollo de proyectos comercialmente viables que puedan ofrecer soluciones energéticas asequibles.
"Hacer llegar energía moderna a todos los africanos requerirá un gasto de casi 25.000 millones de dólares al año para 2030", apunta el documento, al precisar que "se trata de una cantidad pequeña en el contexto del gasto energético mundial".
Para abordar este desafío, la AIE y BAfD recomiendan "la provisión de más financiamiento en las etapas iniciales y un mayor uso de herramientas que pueden reducir los riesgos de inversión percibidos para atraer capital privado", lo que requerirá "una fuerte participación tanto del sector público como del privado, así como el apoyo de gobiernos nacionales y extranjeros".
El papel de la AIE
La comunidad internacional, subraya, "tiene un papel importante que desempeñar en el aumento de la inversión en energía limpia en África" y la financiación procedente de donantes e instituciones financieras de desarrollo puede servir como "catalizador crucial".
El informe concluye que se necesita un "capital concesional" de unos de 28.000 millones de dólares al año para movilizar 90.000 millones de dólares de inversión del sector privado para 2030.
"El continente africano tiene un enorme potencial de energía limpia, incluida una enorme cantidad de recursos renovables de alta calidad. Pero el difícil contexto para la financiación significa que muchos proyectos transformadores no pueden despegar", afirmó Birol en un comunicado.
Por su parte, Adesina señaló que "el actual déficit de inversión en energía limpia en África pone en riesgo el logro de una serie de objetivos de desarrollo sostenible" y "podría abrir nuevas líneas divisorias en energía y clima a medida que las transiciones energéticas se aceleran en las economías avanzadas".
Al final de la cumbre climática, en la que participan más de veinte jefes de Estado y de Gobierno africanos, así como líderes de organismos internacionales y de otras regiones del mundo, se prevé la adopción de la "Declaración de Nairobi", que busca articular una posición común africana para diferentes foros globales.
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